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Metroplús sigue esperando a que Corantioquia se pronuncie frente a la solicitud de permisos para el tramo 2A del sistema que se construiría en Envigado. Sin estos permisos, no se puede iniciar el proceso de licitación para las obras de este tramo.
En este sentido, el mes pasado el colectivo interpuso un oficio solicitando ser incluidos en este proceso de permisos, ya que antes solo habían estado en la veeduría del tramo 2B; este oficio tampoco ha tenido respuesta.
“Estamos esperando a ver qué va a decidir Corantioquia, si le va a entregar los permisos o no, en las condiciones que Metroplús los solicitó; todavía la comunidad desconoce esto”, afirmó Hilda Elena Castaño, líder ambiental de Zúñiga y opositora de la tala del Túnel Verde.
El profesor de Arquitectura y Urbanismo en la Universidad Nacional de Colombia y consultor de proyectos en Estados Unidos, Jorge Espinel, asegura que una línea de Metroplús no prestaría un servicio útil a sus habitantes, ni tendría sostenibilidad económica, a no ser que esta continuara por la Avenida El Poblado de Medellín.
“Si no continúa por ese corredor vial, los pasajeros de Metroplús se tendrían que bajar en La Frontera y tomar un bus particular que continúe por la avenida o que lo baje al Metro, pagando doble tarifa”, explicó Espinel.
El urbanista Espinel advierte sobre el despilfarro de recursos que sería terminar de ejecutar este proyecto en Envigado sin que tenga una conexión directa en Medellín.
“¿Qué pasaría si no lo hace? Que después de haber gastado más de 200 mil millones de pesos, de haber tumbado un buen número de edificios y de haber talado todos los arboles a lo largo de la avenida, lo único que Envigado tendría como fruto sería un gran elefante blanco que no le prestaría mayor servicio a sus habitantes pero que si drenaría las arcas del municipio”, agregó.
Finalmente, Espinel concluye que la única alternativa que tendría la Alcaldía de Envigado es archivar el proyecto de Metroplús y organizar uno mucho mas sencillo, en coordinación con Medellín.
Por ahora la comunidad de Envigado se divide entre los derechos y el interés colectivo de proteger a los árboles del Túnel Verde y en los que consideran que se está afectando el desarrollo urbanístico de la ciudad, al impedir que un sistema de transporte como Metroplús, se articule con los demás sistemas del Aburrá.