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Justo cuando un fenómeno meteorológico empezaba a impedir otra vez la dispersión de contaminantes a la atmósfera, la Semana Santa llegó a darle un respiro al aire de Medellín.
El Domingo de Ramos la calidad del aire estaba tan deteriorada que la Junta Metropolitana decidió mantener la alerta naranja y continuar con el pico y placa, a pesar de que sabían que muchos vehículos iban a salir del Valle de Aburrá.
Ese 9 de abril, seis de las ocho estaciones de monitoreo del Siata estaban en ICA naranja, con concentraciones de partículas PM 2.5 -las más perjudiciales para la salud humana- superiores a 35 microgramos por metro cúbico de aire.
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Las otras dos estaciones -Girardota y Tanques La Ye, en El Poblado- estaban en ICA amarillo o calidad del aire moderada.
Este Domingo de Resurrección, la estación de monitoreo ubicada en El Poblado registraba calidad del aire buena mientras que las otras siete estaban en ICA amarillo, o calidad del aire moderada, con valores por debajo de 25 microgramos de PM 2.5 por metro cúbico en dos de las estaciones, e inferiores a 20 en las demás.
Eso significa que este 16 de abril, el material particulado disperso en el aire del Valle de Aburrá cumple con la norma local y está, en casi todas las estaciones, dentro del límite que fija la Organización Mundial de la Salud, que recomienda concentraciones máximas de 20 µg/m3.
Según la Policía de Tránsito y Transporte, por las carreteras de Antioquia circularon hasta el viernes alrededor de 360.000 vehículos particulares.
Y aunque aún no hay una cifra oficial que revele cuántos de esos carros salieron de Medellín, los datos del Siata son contundentes: en ocho días, a pesar de las lluvias y la alta nubosidad, la contaminación en el Valle de Aburrá se redujo en un 64 por ciento.
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Estos resultados, que llegan como un respiro para los habitantes de Medellín, no sorprenden a las autoridades ambientales, que desde el lunes pasado levantaron la alerta naranja con la certeza de que la salida de los carros iba a disminuir la contaminación.
Según el censo de 2014, que es el más reciente, en Medellín y el área metropolitana hay 1’234.946 vehículos y motos, y la cifra tiende a crecer.
Por eso, para el Área Metropolitana, las fuentes móviles aportan el 80 por ciento del material particulado que contamina el aire del Valle de Aburrá, mientras que las chimeneas industriales aportan el 20 %.