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Letras que exaltan la hazaña de la Independencia
La hazaña de independizarse no solo se ha contado en la historia, también en piezas literarias memorables.
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La hazaña de independizarse no solo se ha contado en la historia, también en piezas literarias memorables. FOTO COLPRENSA
20 de julio de 2017
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La Independencia es un acto tan definitivo en la historia de un país, que a partir de ahí se inspiran los poetas y los narradores para dar lustre a los hechos, las batallas y los gestores que la protagonizaron, entre estos, los héroes combatientes.
No es cosa de los colombianos solamente que tengamos una cantidad inmensa de poemas patrióticos. Es de todo el mundo. La clave para disfrutar leyéndolos o escuchando los himnos es, como en toda lectura, que vamos imaginando las gestas a las que se refieren y los héroes que las conquistaron.
En Colombia, el Himno Nacional fue compuesto por Rafael Núñez inspirado en un poema que él mismo escribió en 1949 titulado Himno patriótico como homenaje a Cartagena de Indias, su ciudad, y que declamó públicamente en la Heroica el 11 de noviembre de 1950.
Decimos que el Himno Nacional se inspiró en aquel poema, porque no lo copió tal cual. Veamos el Himno patriótico:
Del Once de Noviembre/ mañana brilla el sol./ Salud al gran suceso/ de nuestra redención./ Cayeron las cadenas de/ la libertad sublime./ Derrama en todo el orbe/ su bendecida luz./ La humanidad entera/ esclavizada gime./ Comprende las doctrinas/ del que murió en la cruz./ ¡Independencia! grita/ el pueblo americano./ Aniéganse en su sangre/ los hijos de Colón;/ pero este gran principio:/ «el pueblo es soberano»/ resuena más vibrante/ que el eco del cañón.
Y como Núñez, otros poetas del siglo XIX alcanzados por la euforia de la Independencia —emoción que llegó lejos en el tiempo—, compusieron versos trabajados con pulcritud y delicadeza.
Uno de esos fue Juan de Dios Bravo, nacido en Medellín en 1886. Un poema suyo es Al Bolívar de Frémiet, dedicado no ya al héroe de carne y hueso sino a la escultura del Bolívar ecuestre elaborada por el escultor francés Emmanuel Fréniet, instalada en una avenida de Barranquilla. Unas pocas líneas dicen:
No surge como ayer en el poniente/ ya de tu gloria con mortal tristeza:/ hoy de gloria en la cima refulgente,/ echada atrás la varonil cabeza,/ como el Dios de la guerra, omnipotente,/ te alzas en toda tu genial grandeza (...).
Y Eduardo Castillo, el poeta zipaquireño de la generación del Centenario, tiene unos versos bajo un título que habla por sí solo: Los caballeros de la gesta. Los primeros de ellos dicen:
Como un reptil inmenso de numerosa escama/ se mira el andantesco tropel de paladines/ —cuyos heroicos nombres magnificó la fama—/ pasar al clamoroso vibrar de los clarines.
Letras patrióticas hay decenas. Traemos los fragmentos de piezas magistrales.
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