“En esta guerra no hubo vencedores ni vencidos”, dijo hace unos días “Timochenko”, uno de los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o Farc. Y lo primero que pensé fue: qué desperdicio de vidas y de tiempo.
Llevan 52 años en guerra y 220 mil muertos (según el Centro Nacional de Memoria Histórica) y ¿hasta ahora se dan cuenta que no sirvió para nada?
Pudieron haber parado la guerra al primer año, a los 10, o incluso cuando ya llevaban 40 años luchando. Pero siguieron peleando con la esperanza, supongo, de que en algún momento destrozarían a su enemigo. Eso nunca pasó.
En varios de mis viajes a Colombia durante las últimas tres décadas, recuerdo haber regresado con la misma conclusión: los guerrilleros nunca le podrán ganar al...