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Solo un poemario, y muy breve, escribió Juan Goytisolo Gay, el escritor rebelde que murió este domingo, 4 de junio, en Marrakech, Marruecos. Ardores, cenizas desmemoria, es el título de ese volumen publicado por Editorial Salto de página hace cinco años, cuando el autor tenía 81 años y anunció que abandonaría el género narrativo.
“Es definitivo. No tengo nada que decir y es mejor que me calle. No escribo para ganar dinero ni al dictado de los editores”, fueron las palabras exactas de Goytisolo cuando dio este anuncio en 2012. En ese momento, se despertó el poeta que había estado, no dormido, somnoliento en él, porque nos narradores también hacen poesía en sus obras, siempre se ha dicho.
Al admirar tu cuerpo,/ recio el calzón de los membrudos,/ lamento el extravío/ en la ficción del tiempo./ Imposible acogerse/ al pecho hircino/ y al vigor de tus brazos./ El abismo de un siglo nos separa./ Mas tu borrosa estampa,/ al hilo de los años,/ impugna/ lo efímero mezquino/ y me concede,/ don del espejismo, / tu plenitud recobrada.
Juan Goytisolo, de una familia en la que otros dos hermanos, José Agustín y Luis, también son escritores, comenzó a escribir a los 14 años. Su primera novela Juego de manos, la publicó en 1954
Cuando salieron a la calle no había cesado de llover. Las gotas desprendidas del alero se desgranaban sobre el pequeño saledizo de pizarra y, junto al bordillo de la acera, las bocas de alcantarilla engullían el agua de la calzada.
Son las primeras líneas de esa novela que adaptó libremente el realizador Enzo Tarquini, en 1980, para televisión italiana.
Fue también en el decenio de 1950 cuando se fue de España. Vivió en París, Tanger, Nueva York y Marakech, durante mucho tiempo acompañado de su esposa Monique Lange, quien murió en 1996.
Otras obras de Goytisolo son las novelas Las virtudes del pájaro solitario, La resaca y Juan sin tierra. Los libros de cuentos Para vivir aquí; Otoño, en el puerto, cuando llovizna, El viaje, entre otros.
Juan Goytisolo será enterrado en la tarde este lunes, en la tarde marroquí, en una breve ceremonia en el cementerio marítimo o cementerio español de Larache.
El escritor español será sepultado con una breve ceremonia por expreso deseo de su familia, que querían que tuviera un carácter íntimo, y de hecho no se prevé presencia de autoridades marroquíes en el acto, aunque sí de numerosos periodistas.
El cementerio elegido para inhumar el cadáver es un camposanto en desuso desde hace varias décadas y lo llaman marítimo por su cercanía al Atlántico.
En el cementerio, el escritor José María Ridao, nombrado por la familia como su representante en el entierro, leerá un fragmento de una obra de Goytisolo y, a continuación, tomará la palabra un representante diplomático español.
La embajada ha encargado una lápida para poner sobre su tumba, pero no está claro que pueda realizarse a tiempo.