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Voluntad Popular (VP), partido opositor liderado por el privado de libertad Leopoldo López, informó ayer que “no convalidará el fraude electoral” de los comicios presidenciales del 22 de abril y que por ello “no postularemos ni respaldaremos candidato alguno”.
“No postularemos ni respaldaremos candidato alguno y llamamos a todas las organizaciones políticas a no participar ni convalidar el fraude del 22 de abril. Quien se inscriba con estas condiciones estará haciéndole un favor a la dictadura”, señaló en comunicado.
Para las elecciones de abril la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), inhabilitada por el Tribunal Supremo para evitar que los ciudadanos concurran en “doble militancia” y de la que forma parte VP, todavía no ha decidido cómo concurrirá y, si lo hace, quién será su candidato.
Sin embargo, VP defendió que su decisión de no participar en la “farsa electoral se pueda traducir en inacción, inmovilización, sumisión o mera abstención”, y que desde la bancada naranja buscan “impulsar un gran movimiento de resistencia popular”.
Por este motivo, se sumó a la idea presentada por otros movimientos opositores y la Iglesia en los últimos días para “conformar un frente amplio de lucha por la democracia que aglutine a todos los liderazgos”.
Para VP “la mayoría de los venezolanos” busca “salir de la dictadura” de Nicolás Maduro “pero la naturaleza dictatorial del régimen quiere cerrar los mecanismos electorales”.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el general (R) Manuel Andara, aseguró que “era lo menos que podría hacer el partido ante unas elecciones convocadas de forma ilegítima y realizadas por un organismo que no valida la comunidad internacional. No creo que por ello la oposición vaya a quedar dividida, porque son pocos los opositores que hoy dan prioridad a intereses particulares”.
Con anterioridad, Jesús Castillo Molleda, docente de la U. del Zulia, auguró que no hay más camino para la oposición que no acudir a los comicios, puesto que “si el chavismo no acepta en el diálogo las comisiones electorales, no habrá garantías. Eso motivaría nueva presión internacional y dejaría sin legitimidad al gobierno de Maduro”.