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El 15 de julio de 2015, la diplomacia internacional, reiteradamente criticada por quienes creían que toda solución a las crisis del mundo pasaba por sanciones o conflicto, se anotó un triunfo necesario: solo mediante diálogo, las potencias globales (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) dejaron a un lado sus diferencias para pactar con Irán un acuerdo que levantó las sanciones contra ese país, a cambio de eliminar el carácter bélico de su programa nuclear.
Entonces hoy la impresión que dejó el pacto nuclear a expertos y académicos de todo el globo fue el de un hito de máxima relevancia con el fin de estabilizar en algo al Medio Oriente, la región más conflictiva de todas.
“Con el tema palestino-israelí todavía no resuelto, con el Estado Islámico aún causando destrozos en Siria, y con la guerra en Yemen e Irak, a la comunidad internacional no le conviene otra problemática en esa región. Volver a intentar aislar a Irán podría ser muy costoso para Oriente Medio”, consideró Mauricio Jaramillo Jassir, internacionalista y docente de la Universidad del Rosario.
Ayer, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que no certificará el pacto nuclear con Irán, labor que le deja al Congreso de Estados Unidos, actualmente controlado por la mayoría republicana.
“Irán nunca ha estado a la altura del espíritu del acuerdo. No continuaremos un camino cuyo fin predecible es más violencia, más terror y una amenaza muy real de un avance nuclear. Anuncio que no podemos ni haremos esta certificación”, lo dijo ayer en su discurso.
Asimismo, el diario The New York Times indicó que la Casa Blanca prevé proponer a los congresistas que amplíen la lista de “líneas rojas” que Irán no podría cruzar si no quiere ser sancionado, y estas incluirían su programa de misiles balísticos.
Tal como explicaron expertos a EL COLOMBIANO, esto no implica el freno estadounidense al acuerdo, como había prometido el magnate en su campaña presidencial, pero sí supone el retorno a una época de desconfianza y agresividad entre las partes, con efectos en Medio Oriente.
“Arabia Saudita, Israel y Emiratos Árabes Unidos claramente celebran, pero también en Irán se alegran los sectores radicales. Todos ellos esperaban que se reanudara la pelea. Ahora en territorio iraní las facciones nuevamente se unirán bajo el pretexto de la resistencia contra otra ‘agresión’ por parte de EE. UU”, argumentó Emilio Viano, docente de política internacional de la Universidad Americana de Washington.
“Pero en realidad se trata más de un acto simbólico por parte de Trump. Mientras que la Organización Internacional de Energía Atómica, parte de la ONU, ya certificó el cumplimiento iraní del acuerdo, el hecho de que el presidente estadounidense hable de que “incumplió el espíritu del pacto”, indica que es un asunto más de política interna, de mostrar a sus electores que de alguna forma está cumpliendo con sus promesas”, explicó.
En suma para el experto lo que ocurrió ayer fue que Trump declaró una supuesta ruptura del pacto, pero en realidad no lo hizo, “Se trata de un juego para satisfacer a sus bases de apoyo”, concluyó.
¿Pero qué tanto colaboraría el Congreso a Trump en ese propósito? Desde Washington, Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR), consideró que “no es claro que la acción de Trump suscité apoyo mayoritario, e incluso entre los republicanos, teniendo en cuenta que ha perdido mucho apoyo entre ellos, su estrategia podría fallar”.
Para Viano, sin importar que surja de la iniciativa, Trump transfiere la papa caliente al Congreso “sabiendo que en todo caso, si el Senado la empieza a frenar, puede acusar a los congresistas de inútiles y reforzar su discurso contra Washington para mantener sus bases de apoyo pensando en las Legislativas de 2018. Así podría además revertir asuntos contrarios como el posible impeachment”.
Ambos coinciden en que un posible viraje en la política de EE. UU. frente a Irán será muy difícil si se tiene en cuenta que el presidente del Comité de Exteriores del Senado, Bob Corker, ha tenido serias diferencias con Trump sobre la estrategia a seguir en Medio Oriente. Y con solo un senador en desacuerdo en ese comité, ya hay graves problemas.
Todos los expertos concuerdan además en el hecho de que si el pacto nuclear sigue indemne, Medio Oriente e, incluso, el mundo entero empezarán a sentir las consecuencias de una actualidad plagada de tensiones y conflictos por cuenta de los cálculos politizados y poco pragmáticos de Trump.