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Con Francia, ya son 7 los países (incluido Colombia) que se suman a la petición de que la Corte Penal Internacional (CPI) investigue al gobierno de Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
El anuncio lo hizo este sábado la presidencia francesa en un comunicado, en el que señalan: “Francia considera que los esfuerzos de la Corte Penal Internacional tienen como naturaleza establecer los hechos que llevaron a esta crisis y, contribuir así a encontrar una salida”.
Se trata del primer país europeo que se suma a la petición y su inclusión sería producto de la gestión del presidente colombiano, Iván Duque. Al conocer la noticia, el mandatario manifestó desde Villavicencio: “Es una muestra de solidaridad con el pueblo venezolano y quiero agradecerle por ese respaldo a la democracia y a las libertades”.
“Muy preocupado” por la situación en Venezuela, Francia pide “encarecidamente a las autoridades venezolanas que inicien el diálogo con la oposición para restablecer el funcionamiento democrático de las instituciones, hallar una salida a la crisis política y contribuir a mejorar la economía venezolana”, continúa el comunicado.
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Argentina, Chile, Colombia, Paraguay y Perú enviaron el pasado miércoles una carta a la CPI para pedirle que investigue los crímenes contra la humanidad cometidos según ellos por el gobierno de Nicolás Maduro. Con el respaldo de Francia, queda abierta la puerta para que otros países se sumen a la petición durante los próximos 30 días.
El contexto de la crisis
En Venezuela hay denuncias serias de “detenciones arbitrarias, asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, torturas, abusos sexuales, violaciones, atentados flagrantes contra el debido proceso” inclusive de algunos menores de edad, dijo el miércoles el canciller argentino, Jorge Faurie.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo y donde el crudo representa 96% de los ingresos, enfrenta una abrupta caída de su producción con cerca de 1,5 millones de barriles por día (mbd), la más baja en 30 años y muy lejos de los 3,2 millones de 2008. La grave crisis económica está marcada por una recesión prevista de 18%, una hiperinflación, falta de servicios públicos y la escasez de artículos de primera necesidad que ha provocado un éxodo masivo de cientos de miles de venezolanos.
Este sábado el presidente de Chile dijo tras reunirse con su homólogo Donald Trump que “hay un diagnóstico muy compartido” de que Venezuela no es una democracia, aunque diverge de la opinión del mandatario estadounidense sobre una posible intervención militar en ese país. Antes de esta reunión, Trump había dicho que “Venezuela es un desastre”.
“Esto hay que limpiarlo y hay que hacerse cargo de la gente”, afirmó el presidente estadounidense, después de que esta semana dijera en la ONU sobre la crisis en ese país que “todas las opciones están en la mesa, todas. Las fuertes y las menos fuertes”.