¿Con Trump estamos cerca al Apocalipsis?

La elección de Donald Trump nos acercaría al juicio final. FOTO AFP
Los encargados del Reloj del Fin del Mundo alertaron lo cerca que estamos de la extinción de la civilización. FOTO REUTERS

El Reloj del Fin del Mundo o Doomsday Clock es un indicador reconocido internacionalmente, diseñado por el Boletín de Científicos Atómicos. Su funcionamiento es sencillo, si mediante una serie de variables el reloj llega a medianoche, significa que destruimos nuestra civilización. La llegada de Trump al poder lo ha adelantado y con ello, la humanidad está ahora a 2,5 minutos del Apocalipsis.

Aunque el Reloj estuvo detenido dos años, marcando tres minutos para el Apocalipsis, con la llegada del magnate a la Casa Blanca, los encargados de establecer la hora decidieron adelantar 30 segundos el minutero que determinaría el fin de la humanidad.

La Junta Directiva del Boletín sustentó la decisión en que “la probabilidad de una catástrofe global es muy alta y las acciones necesarias para reducir los riesgos de un desastre deben tomarse rápidamente”.

Agregan que en 2017 encontraron un peligro aún mayor, tomando en cuenta los peligrosos acercamientos entre Estados Unidos y Rusia. No obstante, dijeron que solo adelantaron 30 segundos el reloj, porque la presidencia de Trump aún está empezando y es difícil predecir si llevará a realidad lo dicho en campaña.

Los encargados del Reloj del Fin del Mundo alertaron lo cerca que estamos de la extinción de la civilización. FOTO REUTERS

“Las declaraciones imprudentes, la falta de voluntad para recibir consejos de expertos y un gabinete cuestionable han llevado de mala a peor la situación de seguridad internacional”, contiene el documento dado a conocer este viernes.

Hay que recalcar que no se trata de un mecanismo pintoresco de corte político, las manijas del Reloj del Fin del Mundo están a cargo de la justa directiva de una entidad que agrupa a científicos de la comunidad internacional y existe desde 1947. Las variables que analizan incluyen el estado de la carrera armamentística, el desarrollo nuclear, el cambio climático, la biotecnología y las tecnologías emergentes, además del ambiente geopolítico.

En los 70 años de actividad, lo más cerca que ha estado el reloj de declarar el fin de la humanidad fue en 1953, cuando marcó dos minutos para la medianoche.

Aquel fue el año en el que Estados Unidos decidió desarrollar la bomba de hidrógeno, un arma mucho más poderosa que la atómica. En octubre, lograron probarla con efectividad y solo unos meses antes que Rusia probara su propia bomba. “Solo un par de movimientos más y desde Moscú a Chicago, las explosiones atómicas golpearán a la civilización occidental”.