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Han pasado menos de 36 horas desde que el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, aceptó reunirse con el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, y Rusia y China ya le dieron su bendición al cara a cara entre dos personajes tan antagónicos que cuesta imaginárselos dándose un apretón de manos. ¿Qué está pasando en el tablero nuclear mundial?
Si bien es cierto que este es un paso gigante hacia el desescalamiento de las tensiones nucleares que venían subiendo de tono entre estos dos países, –además del despliegue nuclear ruso de la semana pasada–, la ansiada reunión debe asumirse sin mucho optimismo, pues podría no ser el respiro de tranquilidad que busca el sistema internacional de estados con relación al desarme nuclear.
De acuerdo con el profesor de Política Internacional de la American University of Washington, Emilio Viano, Jong Un podría estar pidiendo misericordia frente a las duras sanciones que le ha impuesto la Casa Blanca para prevenir una catástrofe económica –y que se sostendrán hasta la reunión prevista para mayo–, o “podría estar aprovechando esta coyuntura para ganar tiempo y dejar listo lo que sea que estén construyendo”.
Recordó además que Trump ya había amenazado con una intervención armada en la parte norte de la península oriental, y ante esa posibilidad, esto le daría tiempo a Pionyang para dejar lista su agenda nuclear.
En esto coincidió el experto en política norteamericana de la Pontificia Universidad Javeriana Emersson Forigua, quien señaló que aún no hay claridad sobre los objetivos de las partes en este acercamiento, y mientras Corea del Norte puede estar pensando en legitimar su programa nuclear y de misiles, así como el levantamiento de sanciones, Estados Unidos puede querer reducir el alcance del mismo, discusiones frente a las cuales será difícil, si no imposible, lograr consensos en el corto plazo.
“Hay un problema de confianza. Corea del Norte se ha burlado en muchas oportunidades de países y organizaciones internacionales y desde hace décadas se las ha arreglado para saltarse las restricciones impuestas por la comunidad internacional y continuar desarrollando su programa. Hay que ser cauteloso”, añadió.
Desde 1945, cuando comenzó a existir la proliferación nuclear, solo China, Francia, Rusia (antes la Unión Soviética), Gran Bretaña y EE.UU. se constituyeron como los cinco estados con armas nucleares, con dominio sobre las mismas, aunque otros tuvieran la capacidad de construirlas.
En este orden de ideas, el encuentro que se hará en mayo es una forma en la que las cinco potencias buscan equilibrar el orden nuclear, y de ahí que Rusia y China aplaudieran el diálogo.
“Este es un club privilegiado que tiene el monopolio de las armas nucleares y por eso países como Rusia quieren esta conversación. Ellos también se sienten amenazados”, añadió Viano.
Aunque este encuentro demuestra un deshielo entre las dos Coreas y pone en evidencia que ambos países están acortando distancias –fue Corea del Sur el vocero de su vecino peninsular para acordar este encuentro–, el otro gran obstáculo que puede presentarse radica en la presencia de tropas norteamericanas en Corea del Sur.
“Para Corea del Norte sentirse segura implica la salida de estas tropas de Corea del Sur y eso claramente no va a funcionar, por la latente amenaza que existe de sur a norte”, concluyó. Ahí es en donde habrá un problema, porque EE.UU. hablará de eliminar las armas nucleares mas no las armas convencionales