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Frontera visible causa accidentes

Dos zonas de Itagüí y Medellín se comunican por un camino agreste. Los responsables no resuelven el tema.

  • 1. Por este sector también transitan motocicletas FOTOs JOSÉ FERNANDO SERNA O.
    1. Por este sector también transitan motocicletas FOTOs JOSÉ FERNANDO SERNA O.
  • 2. Esta es la cancha que queda en la zona.
    2. Esta es la cancha que queda en la zona.
  • 3. Los dcumentos firmados y sellados por las autoridades tras las reuniones.
    3. Los dcumentos firmados y sellados por las autoridades tras las reuniones.
Frontera visible causa accidentes
05 de diciembre de 2015
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Entre el barrio El Limonar, del corregimiento de San Antonio de Prado en Medellín, y el barrio San Francisco, de Itagüí, hay 120 metros de distancia. No es una simple frontera, se ha convertido en una barrera.

La difícil situación que viven ambas comunidades está relacionada con un camino de tierra y rastrojo, que cuando llueve se convierte en una amenaza para transeúntes de las dos zonas.

Ana del Socorro Castro es una habitante de El Limonar que a diario pasa por el agreste sendero para llegar al otro lado. Allí compra alimentos de primera necesidad y aborda el transporte urbano hacia Medellín. Esta mujer, de 68 años, fue víctima del mal estado en el que se encuentra el improvisado camino. El pasado 25 de noviembre, a causa de fuertes lluvias, ella se cayó y rodó por el lugar. Se lastimó una de sus piernas, desafortunadamente la misma que le operaron hace algunos años.

“Eso estaba vuelto un pantanero y me resbalé. Eso cuando llueve se vuelve un peligro”, narró la mujer.

Y es que el paso por este lugar, que se encuentra a tres cuadras del Establecimiento Penitenciario y Carcelario La Paz, disminuye en 25 minutos el tiempo que tardan las personas en llegar de un barrio a otro por la vía del sector de San Gabriel.

Hasta el pasado noviembre el camino fue un espacio reducido de 80 centímetros de ancho, pero en vista del alto flujo peatonal, la comunidad se unió y amplió el camino con sus propios recursos. Así mismo, lo asentó con escombros y piedras para evitar un lodazal.

“Pedimos la intervención de la Alcaldía de Itagüí y nos dijeron que no podían hacer nada porque ese espacio fue cedido al Inpec. Ni siquiera la cancha de fútbol, que está en ese mismo terreno, la podemos utilizar por el mal estado y porque no le podemos hacer arreglos”, explicó Carlos Mario Córdoba, líder comunitario del barrio San Francisco y vocero del tema.

Las versiones

Dada la mala situación del sector, la comunidad solicitó el 25 de agosto de 2014 a través de un comunicado al Establecimiento Penitenciario y Carcelario La Paz de Itagüí el comodato de la cancha de fútbol y los predios aledaños para su intervención.

“Estamos a la espera para hacer mejoras con las pocas herramientas que tenemos, pero nos preocupa esa cancha que está abandonada, un ícono del deporte en el sector”, dijo Gabriel Jaime Noreña, presidente de la Acción Comunal del barrio San Francisco.

Tras la misiva, el 10 de septiembre de ese mismo año se realizó una reunión con la presencia de las autoridades carcelarias, las acciones comunales de los dos barrios y la Policía, consignada en un acta del Inpec.

EL COLOMBIANO indagó la problemática con la directora regional del Inpec, Imelda López, quien señaló que la entidad no tiene conocimiento del caso: “El director del establecimiento no me ha comunicado nada”, dijo .

Sin embargo, los documentos sobre la solicitud existen y hasta el pasado jueves 3 de diciembre no habían recibido una respuesta de las directivas de la cárcel.

En este sentido, el actual director de la cárcel La Paz, capitán Mauricio Eraso, señaló a este medio de comunicación que las peticiones realizadas por la comunidad no las conocía. “Me interesa estar pendiente del caso, que sí se había mencionado en reuniones, pero del que no sabía que habían solicitudes formales. Y si ya se inició un proceso continuar con él de acuerdo a las indicaciones que nos dé el Inpec”, precisó.

Por el momento, la comunidad se reunirá este domingo 6 de diciembre en el segundo convite comunitario para intervenir el sendero. Entre las reformas se hará un ensanchamiento de la vía y el asentamiento del piso, pero los ciudadanos siguen a la espera de una respuesta para recuperar la cancha, el escenario que une los dos barrios separados por esta frontera de tierra.

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