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Una semana antes de la carrera L’etape Colombia, John Franklin Betancur y sus amigos se fueron a hacer el reconocimiento del exigente trazado.
Allí se dio cuenta de lo complicado que es escalar al alto de Matasanos, pero, peor aún, pasar la gran cantidad de repechos que hay hasta Entrerríos. “Es muele piernas ese trayecto, una travesía linda de hacer”, dice el corredor.
No obstante, Franklin es un hombre que cuenta con la disciplina y el bagaje de subir las montañas más complejas del departamento y del país.
En su juventud fue un aficionado al ciclismo, pero por diferentes motivos debió cortar esta actividad. Hace seis años este paisa, de 44, retomó esa pasión.
“Gracias a las amistades me animé a regresar y encontré que esto es una pasión y un estilo de vida, algo que no quiero dejar”, dice Betancur, quien ya ganó dos Vueltas a Colombia sénior y ha hecho varias pruebas de fondo.
La oportunidad de L’etape fue algo que lo atrapó de inmediato, sobre todo porque podían inscribirse ciclistas convencionales como él y tendría más oportunidades de hacerse triunfador.
Además, el patrocinio de Sostiaseo y los premios -inscripción en la L’etape de Francia y la oportunidad de asistir a una etapa del Tour de Francia- se hicieron irresistibles, por lo que empezó una preparación especial.
Por eso, cuando ayer cruzó la meta en El Voladero, sintió una felicidad incomparable. “Todo esto es de sentir gratitud por quienes ayudaron en la preparación y por la familia, que siempre me estuvieron apoyando en este evento”, argumenta el ganador.
Ahora, agrega, se pondrá a celebrar con sus seres queridos, a pensar en lo que se viene al lado de la biela y en soñar con su viaje a Francia.
“Esto es un reto personal y una alegría inmensa, todos los que amamos el ciclismo soñamos con ir al Tour”, explica el de El Carmen de Viboral.