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A nadie le queda duda de la importancia y la vitalidad que Franco Armani le aporta a Atlético Nacional. Los 13 títulos que ha conquistado el argentino desde que llegó a Nacional, en 2010, hablan del hombre más ganador de la historia verde.
Y con cada campeonato que transcurre, el casildense de 30 años adquiere relevancia. En la Copa Libertadores fue el pilar de esa gesta, convirtiéndose en el mejor guardavallas de América en 2016.
“Todo eso se lo ha ganado a pulso, tiene gran carácter, gran personalidad, supo esperar y hoy es un ídolo del club”, comentó Milton Patiño, quien también custodió el arco verdolaga (temporadas 1991-2002, 2004).
En esta Liga Águila 2017-1, Franco, sin duda, se consolidó como el jugador más importante. Sus números, por ejemplo, hablan de un portero que, al menos, ataja tres pelotas claves por juego, como sucedió en la semifinal con Millos y en la ida de la final con Cali.
John Hernández, exarquero del Medellín (1995) y preparador de guardametas en Envigado, describe al gaucho: “es un jugador maduro, está en un equipo que cree mucho en él, eso le ha dado la suficiente tranquilidad para resolver los partidos”.
Y, lo más importante, es que siempre aparece en las difíciles, como apunta Andrés Saldarriaga, otro golero que pasó por Nacional (2003-2007). “Es un arquero sacapuntos que, cuando su equipo lo necesita, siempre está para darle el aire e ir por los resultados”.
Armani, de quien se dice que tiene ofertas de Argentina y Europa, se ha consolidado en el adn de Nacional: su mística, su capacidad y su forma de trabajar han conquistado a una hinchada que lo corea..