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La escena en varias de las recientes etapas del Giro de Italia parece una repetición. Un pelotón de ciclistas, luego de horas de carrera, acelera a toda marcha en los últimos metros y entre el mar de colores se impone el de camiseta morada: manos arriba, mirada al cielo, beso en la manilla del brazo derecho y a celebrar.
(Lea aquí Póker de Fernando Gaviria en el Giro de Italia)
Sin embargo ese joven pedalista, a pesar de haber celebrado con champaña en cuatro de las trece etapas, ocupa el puesto 121 en la clasificación general (entre 185 corredores que continúan en competencia). El actual líder, el holandés Tom Dumoulin, le lleva más de una hora y media de diferencia. ¿Por qué?
El entrenador antioqueño Efraín Domínguez, quien tuvo a Fernando Gaviria en su formación en ciclismo de pista, explicó que es muy importante entender que en los equipos hay roles y cada pedalista cumple un papel importante dentro de su escuadra:
“Los ciclistas cumplen funciones y tienen características diferentes que se complementan. El principal axioma de este deporte es el trabajo en equipo y por eso en una misma escuadra hay rodadores, rematadores, velocistas, esprínters, escaladores”, indica Domínguez.
El equipo se conforma y planea su estrategia, explica Domínguez, dependiendo de las características topográficas de la carrera. Una competencia como el Giro de Italia, con 21 etapas, más de 3 mil kilómetros de recorrido y con solo cinco etapas planas y otras en las que abunda la media y alta montaña, está diseñado para que al final se imponga un corredor con condiciones de gran escalador. De igual manera se confecciona la Vuelta a España y el Tour de Francia.
En ese orden de ideas Fernando Gaviria, un esprínter consagrado de tan solo 22 años, debe aprender a resistir la montaña y enfocarse con subir al podio en las etapas en las que predomina el terreno llano.
“Él (Gaviria) ganó muchas características en su paso por el ciclismo de pista: cambio de ritmo, capacidad de reacción, capacidad para rodar en grupo y ubicarse bien: va a marcar una época. Hay algunos que evolucionan y se convierten con el paso del tiempo de escaladores a rodadores o de esprínters a rodadores, pero nunca un esprínter se convertirá en un competidor destacado de alta montaña”, opinó.
Lo cierto es que tanto para el equipo Quick - Step, que le apuesta a los esprínters, como para Gaviria que entró en la historia del deporte colombiano como el ciclista con más victorias de etapa, la estrategia de hacer debutar al antioqueño en la edición centenaria del Giro de Italia está más que salvada.