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En shock quedó el Barcelona tras no poder remontar, ni siquiera igualar, la serie con el Real Madrid. La doble derrota del blaugrana con el elenco merengue, tanto en la ida como en la vuelta de la Supercopa de España, puso de manifiesto que el nuevo proyecto culé necesita renovación y un toque de magia que se ha perdido con la marcha de Neymar.
El primer ‘clásico’ oficial sin Neymar, el del partido de ida de la Supercopa, el Barcelona notó la ausencia del crack brasileño, al volver a caer, esta vez 2-0 (la ida fue 3-1).
La ‘MSN’ (Messi, Suárez y Neymar), el tridente que durante un tiempo maravilló al mundo y logró nueve títulos en tres años, se ha quedado sin uno de sus protagonistas. Y lo siente de veras. Messi y Suárez se les nota sin un compañero de travesuras que ponga su toque de magia igual que ellos, con calidad, carácter y gol.
La llegada de Paulinho, un jugador con características distintas al fútbol que viene profesando los últimos años el Barcelona, parece que no ha entusiasmado a la afición culé, que deberá dar un voto de confianza al suramericano.
Las otras dos incorporaciones ofensivas que trata de hacer el club, el brasileño Philippe Coutinho y el francés Ousmane Dembéle, sí podrían dar un buen salto de calidad a un equipo que necesita renovarse para no vivir una dura travesía en el desierto.
Zinedine Zidane repitió su apuesta del Camp Nou y encargó al croata Mateo Kovacic ser la sombra de Messi, cumpliendo el plan a la perfección.
Y mientras él controlaba al ágil argentino, los merengues apuraron una nueva victoria.
El joven Marco Asensio abrió el marcador con un soberbio tiro lejano (4’), antes de que Karim Benzema rubricara el segundo, a la media vuelta en el área (39’).
El marcador (5-1 en el global) fue un reflejo de lo visto en el césped, en que el Real Madrid fue muy superior al equipo azulgrana para llevarse su segundo título de la temporada, tras haber ganado la Supercopa de Europa ante el Mánchester United.
El Real Madrid alzó su décima Supercopa de España, frente a las doce que tiene su rival, que llegó al Santiago Bernabéu necesitado de goles tras perder 3-1 en la ida .