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En el escenario del Teatro Pablo Tobón Uribe se suben este viernes 99 músicos. Por primera vez se unen las orquestas Filarmónica de Medellín y la Sinfónica de Antioquia.
Van a tocar el Bolero de Maurice Ravel, considerada la pieza musical más interpretada del mundo. Con esa fama carga: se dice que cada quince minutos, en algún lugar del mundo, suena este tema del compositor francés, pianista y director, que vivió entre 1875 y 1937.
La pieza se estrenó en 1928, y los derechos de usarla ya están abiertos. Aunque sobre la obra el compositor renegaba: “Está vacía de música, es de una simpleza embarazosa”.
La obra necesita más músicos, por eso no la podían tocar los 61 de la Filarmónica, solos, sino que requerían otros más. Tener 99 no es un número con el que cuenten las orquestas por lo general. Juan Jorge Cuesta Arévalo, supervisor musical de la Filarmed, dice que son 57 de ellos, 30 de la Sinfónica y 12 extras.
Por eso están felices, dicen: la primera vez juntos, tantos en el escenario.
El programa
Además del clásico de Ravel, las dos orquestas interpretarán La tumba de Couperin, la Suite Mi madre la Oca, la Suite No. 2 Dafnis y Cloe. La dirección es del maestro Francisco Rettig, director de la Filarmed.
Un encuentro entonces con la música, con ese director refunfuñón que a ese vacío con el que calificaba su pieza, además le sumaba estas palabras: “Solo he escrito una obra maestra, el Bolero. Lamentablemente no tiene música”.
Música, no obstante, es lo que han encontrado los directores y las orquestas en el mundo, que tantas veces la han interpretado. Stravinsky lo definió, en cambio, como “el más perfecto relojero de todos los compositores”.
Esta noche es para dejarse llevar con los sonidos que vendrán de los instrumentos de dos orquestas, en un recinto que también es clásico en la ciudad. A las 7:00 hay charla previa, a las 8:00 p.m., es tiempo de concierto.