Por stuart e. eizenstat
Mientras Jimmy Carter entra en el ocaso de su vida, es enormemente frustrante para nosotros quienes trabajamos con él de cerca en la Casa Blanca el ver cómo su presidencia es caricaturizada como un fracaso, y ver cómo ha sido marginalizado, incluso por sus copartidarios demócratas, desde que dejó la presidencia en 1981.
Lo que lo caracterizaba era que enfrentaba problemas inextricables sin importar su costo político. Su asesor y confidente más cercano, Hamilton Jordan, tristemente bromeaba que el peor argumento que se podía hacer al presidente Carter para disuadir su toma de acción era decirle que le haría daño políticamente.
Un exgobernador de solo un período de Georgia, Carter ganó con una campaña sin prejuicios, y estando...