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Las primeras prendas en índigo eran de trabajo. Fueron pensadas en San Francisco, Estados Unidos, como enterizos y overoles para que los mineros guardaran sus materiales. Tenían grandes bolsillos y eran pesados. Transcurrían otros tiempos. Su patente data de 1873.
Fue en la década del 50 cuando la juventud se apropió de los jeans y comenzaron a usarse como ropa casual y símbolo de rebeldía. Cada tribu urbana adaptó el denim a sus necesidades, gustos y estéticas. Los grandes diseñadores comenzaron a incluírlos en sus colecciones.
Con los años, el tejido fue haciendose más liviano y hoy tiene cientos de tratamientos que buscan minimizar el impacto en el medio ambiente en su teñido.
Otros procesos buscan combinar el denim (materia prima de los jeans) con otros insumos como el algodón.
Para este año se vislumbran cuatro tendencias para este material, tanto en jeans como en prendas superiores, con elementos comunes como la comodidad y los acabados en colores e índigos que van desde los más oscuros posibles hasta los más claros, casi desteñidos.
Hay que añadir las propuestas llamativas en cuanto a diseño que tendrán desde construcciones en ropa con la precisión y delicadeza del sastre hasta prendas sin estructura, dice Adriana Gómez Arias, consultora de moda. Estas son las tendencias en .jeans, que irán de las pasarelas a las calles en lo que resta del 2017.