No es usual que quienes buscan curarse de una enfermedad se pregunten por los efectos secundarios del medicamento que los aliviará. En la política sucede lo mismo.
¿Cuáles serían los posibles efectos secundarios de la “gran curación”, la retoma del poder de Álvaro Uribe recargado con la clase política tradicional?
En Antioquia sí que conocemos los efectos secundarios del discurso de la seguridad democrática: la mano firme para “dar en la cara, marica”, y el corazón grande para disfrazar de magnanimidad lo que en realidad son derechos (la comunidad LGTB no necesita “favores” sino su reconocimiento como ciudadanos). Todo vale: desde visitar magistrados antes de las elecciones, evidente tergiversación de la separación de poderes, hasta los quites...