Los caminos son dos, amor y ausencia de amor (Confucio). Asombra ver tan simple el camino de la vida. El gran filósofo chino contaba en su haber con el don de lo simple, perfecta armonía con Dios, la simplicidad absoluta. Viajero incansable, nació para vivir roturando el camino de la simplicidad del amor.
Anhelo saber qué sentimiento embargaba el corazón del vidente que escribió como en frenesí: “Fue el mar tu camino, y tu senda la inmensidad de las aguas” (Salmo 77, 20). Milagro constante del amor.
Me extasío contemplando a Jesús que viene a sus discípulos “caminando sobre el mar”, algo tan insólito que lo confunden con un fantasma que los llena de miedo hasta ponerlos a gritar. Mas él les dice: “Ánimo, soy yo, no teman” (Mateo 14, 27). Jesús...