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Por germán jiménez morales
Gerardo Pérez Loaiza sabe que en el municipio antioqueño de Argelia de María los alcaldes tenían para usar y custodiar como bien público un revólver. No le cabe ninguna duda al respecto, porque él gobernó ese pueblo entre 2008-2011, tuvo en sus manos el arma de fuego, la mandó a “poner bonita” y hasta hizo con ella prácticas de tiro al blanco.
La última vez que vio el revólver fue a finales de 2011, cuando el 30 de diciembre, o sea 24 horas antes de entregarle el poder a Flor Dey Granada Valencia, estampó su firma en el inventario de bienes del despacho. La relación tiene cosas normales: un computador portátil, el escritorio de madera con una gaveta, la silla giratoria, teléfonos fijos y celulares, un bíper, una grabadora periodística y los dos módulos de una biblioteca.
Todo se valoró en 8 millones 522.150 pesos. De ese monto, 160.000 pesos correspondían a un bien de propiedad pública que encabezaba la lista: un “revólver Miroku Japen 38 recortado”.
-”Yo no compré el arma de fuego -le dijo Pérez Loaiza a este diario-. Ese revólver ya existía y se lo recibí a Cornelio Manrique Narváez. Era antiguo y aunque estaba feíto, funcionaba”.
Pérez no se interesó por preguntar quién había adquirido el revólver, ni mucho menos por las razones que tuvo para ello. Lo que sí hizo, fue mandar a su escolta a la ciudad de Medellín para que lo limpiaran y lo cromaran. “Quedó como nuevo”, afirmó.
Tan buena estaba el arma de fuego que, reiteró, le entregó al equipo de empalme de Flor Dey Granada Valencia -alcaldesa actualmente suspendida del cargo por la Procuraduría Provincial de Rionegro- que su escolta aprovechó el viaje para comprar también una caja de municiones.
¿Y llegó a disparar el revólver, don Gerardo?
-”Sí -reconoció el exalcalde-. Por invitación del comandante de la base militar, realicé unas cuatro veces prácticas de tiro al blanco”.
Pero el revólver de la Alcaldía ya no está y Flor Dey Granada no respondió la pregunta que al respecto le formuló este diario. A Maryori Escobar Manrique, como alcaldesa (e), le tocó reportar su desparición a las autoridades. Lo hizo hace más de un mes, en compañía de Carlos Graciano, entonces secretario de Gobierno y hoy alcalde (e). Además, ambos informaron de la desaparición de una nevera apartamentera. Según Escobar Manrique, “el arma estaba en inventarios de Flor Dey, pero en ellos no aparece su firma”.
El revólver está registrado con el número de serie 6587 y, según Gerardo Pérez Loaiza, carece de amparo legal .