Toque patriota, el hit del Festival

Madres realizan composiciones llenas de ingenio para animar a los niños peloteros que integran el equipo Inder Medellín en el torneo.

Aarón Osorio, Juan Carlos Maestre, Misael Echeto, Luis Polanco y Jesús Altamiranda, los jugadores nacidos en Venezuela que juegan con el Inder Medellín. FOTO jaime pérez
Darlys Santana, Eliana Cardona, Yessenia Muñoz, Claudia Restrepo, Marcela Alzate y Kelly Guzmán. FOTO jaime pérez

No son muchas, pero sus voces hacen eco en el diamante de béisbol, sus particulares cánticos retumban en el escenario mientras sus hijos lanzan y batean en busca de una nueva victoria que los mantenga en la pelea por el título.

“Él es chiquito pero ‘picoso’ y con el bate es peligroso”.

“Cuando un niño del Inder llega a la tercera base, pongan cuidado señores, pongan cuidado señores, porque esa carrera se hace”.

“Morita yo voy a ti, la barra te pide un hit... un hit, un hit te pide la barra, batea esa pelota porque así es que se gana”.

Estos son algunos de los cánticos que corean las madres de los jugadores del Inder Medellín, y cuyas letras, según lo expuesto por Kelly Guzmán y Marcela Alzate, son herencia de la cartagenera Lilian Benítez, quien se las enseñó hace un año durante el Festival.

Ellas modificaron sus letras incluyendo, obviamente, nombres de los chicos que hacen parte de la novena este año. Y mientras ellos se baten en el diamante de pelota, ellas los respaldan desde la tribuna del estadio Luis Alberto Villegas.

Al final, madres y chicos terminan felices, pues ellas nunca dejan de animarlos. Así se hace más fácil el juego. La victoria 12-5 sobre Bello les brindó felicidad a los chicos quienes, en el campo siguieron alimentando el sueño de convertirse en los reyes de la pelota caliente del Festival de béisbol.

Refuerzos bolivarianos

Pero además de la particular barra, este equipo, que se perfila como uno de los favoritos para ser campeón tiene otra característica: cuenta con cinco chicos venezolanos, Aarón Sebastián Osorio, Juan Carlos Maestre, Misael Echeto, Luis Polanco y Jesús Altamiranda, quienes junto a sus padres llegaron a tierras antioqueñas en busca de nuevas oportunidades.

De manera jocosa, Harry Osorio, padre de Aarón, sostiene que, al tomar la decisión de dejar su natal Venezuela lo primero que aseguró fue la escuela de béisbol para su hijo, pues era lo que más le importaba a la familia amante de este deporte tan reconocido en el vecino país.

Ahora, casi dos años después de haber llegado a Medellín, se siente feliz de ver a su pequeño convertirse en una de las estrellas infantiles del Festival y del equipo, pues sus condiciones le permitieron ser parte de la Selección local y ahora sueña con representar a Antioquia y al país.

Así con esa mezcla paisa-costeña-venezolana, las madres continuarán llegando al diamante para animar a sus hijos, en busca de la gloria en un deporte que abrió sus fronteras y los ha acogido a todos.

Hoy una nueva cita, ellas elevando sus voces y los niños conectando batazos que sumen carreras para cumplir sus sueños.