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A los grandes equipos los hacen los grandes jugadores, y en el momento positivo que atraviesa el DIM en Liga, Sebastián Macías está recuperando su mejor nivel.
El 29 de octubre de 2016 al lateral rojo no solo se le enterró un guayo en la gramilla para sufrir una lesión de ligamento colateral externo de su rodilla y del tendón del músculo biceps crural, sino que también perdió parte de sus ilusiones por el tiempo que estaría fuera de las canchas.
Pero hoy, esa fecha es solo un mal recuerdo y el joven de 22 años ha vuelto a sonreír. “Tenía ansiedad de estar como titular, trabajé con paciencia para aprovechar cualquier rato que el profe me diera”. Y le llegó después de la lesión de Elvis Mosquera. Hoy intenta aprovecharlo al máximo.
Tiene la ilusión de alcanzar otro título con el Medellín, porque hizo parte del equipo que alzó la última vez el trofeo de Liga (primer semestre de 2016), pero también sueña con vestir la camiseta de la Selección Colombia en una época en la que escasean los buenos laterales.
Es consciente de que puede tener más lesiones, pero cree que con lo que sufrió aprendió a pasar estos tragos amargos y que así como la vida le quita, también lo compensa. “Espero que lleguen muchas alegrías y pueda cumplirle a las personas que creen en mí”, dice un convencido Sebastián que, de a poco, dejó atrás los temores que le generó ese mal rato.
Además, el técnico Octavio Zambrano ha sido fundamental para recuperar al que en 2016 pintaba como la mayor promesa del fútbol colombiano en esa posición.
Para el entrenador ecuatoriano, Macías se ha ganado a pulso su lugar con lo que venía mostrando en los entrenamientos. “Hace rato estábamos por ponerlo, se mostraba muy bien en las prácticas y eso lo trasladó a los partidos. Estamos muy satisfechos con su rendimiento”, indicó.
Otro técnico que lo dirigió fue el profesor Juan José Peláez, quien siempre ha tenido una imagen positiva del futbolista hecho en las divisiones menores del conjunto antioqueño. “Es inteligente, tiene carácter, y con esas virtudes compensa algunas deficiencias en lo físico. No es potente ni fuerte en el juego aéreo, pero es habilidoso y sabe resolver, con mucha capacidad, en los duelos por su malicia e intuición”.
Macías pretende terminar el año como titular, pero está dispuesto a aportar desde el lugar que le toque, porque manifiesta que hoy la mayor fortaleza del grupo es la unión.