viernes
7 y 9
7 y 9
José Pekerman lo volvió a hacer: con la presión del fracaso ciñéndose sobre él, salió triunfante otra vez.
Ante Polonia consiguió el triunfo con la titular más joven de todas las que podría disponer; un promedio de edad de 26 años, demostrando que, además de tener las variantes para resolver situaciones urgentes, tiene una base importante para afrontar el futuro. Todo, envuelto en un marco de decisiones coherentes, que respetaron la esencia del fútbol patrio.
Por ejemplo, ante los polacos, James Rodríguez acertó 47 pases y erró ocho; una efectividad en generación de juego del 85%. Juan F. Quintero realizó 62 entregas y apenas falló siete, un 90% de precisión.
Casi todas las entregas fueron proyecciones hacia los costados y para ganar terreno en el medio.
Esto quiere decir, que la presencia simultánea de ambos no era solo un capricho de la afición en busca del “picante” que tanto pide. Su complemento enriqueció el juego, manejó los hilos y demolió las posibilidades de los polacos, que corrieron casi siempre tras el balón.
“La mejor táctica es la coherencia. Es decir, jugar conforme a las condiciones que permitan los jugadores en nómina. No es carreta: el futbolista colombiano siente el juego a través de la posesión del balón. Que a eso hay que sumarle otros conceptos, sí, pero la esencia es una. Hoy (ayer) lo demostró la nómina que puso Pekerman”, considera el técnico Miguel Augusto Prince.
“Cuando están los intérpretes adecuados el colectivo se impregna de eso. Hasta donde lleguemos en el Mundial debe ser producto de esa coherencia en la cancha. Perder con la nuestra que es jugar y buscar el arco”, complementa.