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Pareciera que las circunstancias se empeñan en dificultarle a Nacional el olvido de la aciaga noche del 9 de junio cuando pasó lo que nadie pensaba que ocurriría.
Ante Tolima, verdugo en la final, y en la misma cancha, el conjunto antioqueño debuta hoy en la Liga Águila-2.
Durante los días previos al estreno, las declaraciones de cada jugador y el mismo Jorge Almirón han negado cualquier sentimiento de revancha:
“Ya cerramos el capítulo de la final, somos profesionales y estamos trabajando para estar a la altura los tres torneos que tenemos este semestre”, sostiene Helibelton Palacios.
De todos modos algo de procesión deben llevar por dentro, porque lo cierto es que lo ocurrido en el semestre anterior pondrá al equipo que dirige el argentino a convivir diariamente con una presión alimentada con la impaciencia de la afición.
Eso sí, el mismo Almirón marcó la pauta de cómo debe afrontar el equipo este nuevo curso, al confesar abiertamente el dolor que lo invadió durante todas las vacaciones por el título perdido, pero ratificando también su convicción de hacer historia con el conjunto verdolaga.
“Siempre que inicia una temporada renovamos las energías para lograr los objetivos que tenemos”, manifiesta el estratega, quien pondera los casi siete meses que cumplió al frente de la plantilla como un tiempo en el cual, más allá de los reveses deportivos, ha logrado consolidar una idea de juego definida y un buen espíritu colectivo a pesar de las salidas y llegadas de jugadores.
“Tener un semestre con la mayoría de estos jugadores es importante, hemos evolucionado en unas cosas, en otras tenemos que mejorar”, considera el timonel verde.
A propósito, la evaluación de Almirón sobre la nómina que armó para este semestre es positiva.
“Confío en el grupo, tenemos un buen promedio de edad y el equipo muestra una dinámica importante”.
Aún así, el tema del delantero sigue siendo un sonido discordante en medio de la armonía que busca retomar el equipo.
Y es que la pretemporada no hizo más que recordar la incómoda verdad de que Nacional es un equipo sin gol; el cuadro verde marcó una sola anotación con balón en movimiento en los tres amistosos que disputó en EE.UU.
Nombres para ocupar esa posición fueron y vinieron. Pero al final, la realidad del poderío económico de otras ligas, ante las cuales no puede competir Nacional, es más avasallante que su necesidad de tener un delantero de fuste.
Con o sin atacante de jerarquía el convencimiento de tener un buen semestre por delante es latente entre el grupo.
El viernes se cumplen dos años del segundo título en Libertadores, una hazaña que requirió varios reveses para hacerse realidad. Un buen recordatorio de que un fracaso también puede ser el anticipo de cosas buenas.