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Defensoría del Pueblo denuncia supuesta ola de violencia en Nariño
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La Defensoría del Pueblo solicitó a las autoridades competentes adelantar con urgencia las investigaciones necesarias para aclarar las muertes. FOTO Colprensa
La Defensoría del Pueblo condenó este lunes el asesinato de siete personas en el departamento de Nariño.
Entre las víctimas enumeradas por esa entidad están los hermanos Alberto y Luciano Pascal García, pertenecientes a la comunidad indígena awá, quienes al parecer habrían sido “asesinados a las 10 de la mañana de este lunes cuando ambos se desplazaban desde el municipio de Llorente hacia el resguardo Palangala-Hojal La Turbia”.
Uno de estos murió al instante, mientras que el otro fue trasladado por integrantes de la guardia indígena al hospital San Andrés de Tumaco donde falleció, según el reporte publicado por la Defensoría del Pueblo.
Hechos que se suman a la muerte violenta de Diego Alfredo Chirán Nastacuas, también indígena, quien recibió siete impactos de bala. Chirán Nastacuas, así lo cuenta la Defensoría en su documento, supuestamente fue interceptado en la carretera por desconocidos que se desplazaban en un vehículo.
En el relato publicado por la entidad se dice también que esos hombres lo condujeron a la vereda Las Marías, en el municipio de Barbacoas, donde le dispararon en varias oportunidades.
El pasado 26 de agosto, según la Defensoría del Pueblo, el también líder indígena Camilo Roberto Taicus Bisbicus fue asesinado luego de ser víctima de un fleteo a manos de tres hombres que se movilizaban en motocicletas pasadas las 5:30 de la tarde, cuando se disponía a retirar dinero de una entidad financiera en Tumaco y murió luego de recibir varios impactos de bala.
Por otro lado, en el departamento del Cauca, según la Defensoría del Pueblo, los campesinos Nereo Meneses, Marco Meneses y Ariel Sotelo fueron asesinados cuando se dirigían en un vehículo hacia el mercado Yacuanas, en la vereda La Herradura, del municipio de Almaguer.
Al parecer, en el camino se encontraron con un retén ilegal de seis hombres fuertemente armados sin brazaletes ni identificación, quienes los habrían conducido a la vereda Monteoscuro, sitio en el que fueron encontrados los cuerpos de los campesinos boca abajo y con impactos de arma de fuego.
La Defensoría condena “estas expresiones inaceptables de violencia selectiva y solicita a las autoridades competentes adelantar con urgencia las investigaciones necesarias para aclarar la autoría de las mismas, así como adoptar las medidas a que haya lugar para prevenir nuevas violaciones a los derechos humanos”.
Según la entidad, “lo peor, es que al panorama de criminalidad en la región se suman situaciones de carácter social agravantes, como ocurre en Santa Bárbara de Iscuandé (Nariño), donde al desplazamiento por los combates con el Eln se añade un paro de trabajadores en el Centro de Salud, viéndose afectada la atención a los usuarios”.
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