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¿De qué puede hablar “HH”, el hombre de los 3.000 muertos?

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26 de diciembre de 2017
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José Everth Veloza García, alias “HH”, “Carepollo” o “el Mono Veloza”, es de los pocos criminales en Colombia que conoce todos los hilos oscuros del poder criminal, desde la relación entre paras y narcos, Auc, Cartel del Norte del Valle y “la Oficina”, hasta de cómo maquinaron las peores masacres junto agentes del Estado y empresarios.

Ahora que llega deportado a Colombia procedente de una prisión federal ubicada en Alexandria, norte de Virginia, Estados Unidos, deberá responder por múltiples delitos pero también tendrá que aclarar algunos casos de los que todavía no hay ninguna luz.

A Estados Unidos, “HH” llegó en marzo de 2009 a responder por el delito de tráfico de drogas y luego de confesar en Colombia alrededor de 3.000 crímenes, 1.200 de ellos cometidos en un solo año en el Urabá, cuando lideraba uno de los bloques más temidos de las Auc en el país y que más relación tenía con los narcos que llevaban la coca a los países del norte.

“HH” comienza extrañamente su carrera criminal como miliciano del frente quinto de las Farc, en el sector de Currulao donde también tenía su accionar el Epl de donde salieron numerosos criminales. Prestaba a ese frente servicios de transporte para luego unirse al Frente Turbo de las Accu (Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá), grupo que pasa luego a llamarse Bloque Bananero, cuando se constituyen las autodefensas.

A sus 28 años, Veloza natural del municipio de Trujillo, Valle del Cauca, ya era comandante del Bloque Bananero, entre los años de 1994 y 1997, un grupo que operaba en el Urabá antioqueño y que fue el responsable de numerosos crímenes con complicidad de políticos y empresarios bananeros y que despojó de tierras a muchos campesinos.

Para Juan Diego Restrepo, analista del conflicto y creador del portal Verdad Abierta, sería interesante ver hablar a “HH” sobre el despojo de tierras que ocasionó un cambio en la propiedad de decenas de terrenos en el Urabá. “Él dijo en alguna ocasión que habían sido idiotas útiles, porque detrás de sus incursiones militares que generaban desplazamientos iban los compradores de tierra. Que empresarios e inversionistas llegaron a comprar tierras para sembrar palma. Entonces que diga qué empresarios los utilizaron para hacer la guerra y llegar a comprar tierra”, explica.

Del mismo modo, Restrepo afirmó que es importante aclarar el tema del asesinato de sindicalistas en Urabá y el Valle. “Había una oficina en un centro comercial en Apartadó donde llegaban listados con nombres de sindicalistas que debían matar. Fueron muchos sindicalistas a los que ellos mataron y sería importante que precisara cuál fue esa articulación de sectores empresariales bananeros con ellos”, relató Restrepo, pues la consigna de los hermanos Castaño Gil, era “que todo lo que oliera a guerrilla debía ser eliminado en Urabá”.

Para llegar a tener ese poder, “HH” debía crear alianzas con el sector político de Urabá. Ante fiscales de Justicia y Paz, confesó que en el 2000 las Auc crearon un proyecto político llamado “Por una Urabá Grande, Unida y en Paz”, donde apoyaron a senadores como Antonio Valencia Duque y Rubén Darío Quintero, condenados por la Corte Suprema por parapolítica. Políticos que según él se beneficiaron económicamente para alcanzar sus cargos públicos, además de otros políticos de la región que consiguieron alcaldías gracias a su apoyo.

A sus 48 años y ascendiendo velozmente en la cúpula paramilitar, por la confianza que le tenían los jefes como Vicente Castaño, Veloza fue enviado a comandar el Bloque Calima que operaba en el departamento de donde era oriundo, el Valle del Cauca y que tenía injerencia en Huila y Cauca, siendo el responsable de asesinatos selectivos y numerosas masacres, como la muerte de 16 sindicalistas en Bugalagrande, además de 65 casos de desaparición forzada, cometidos por sus hombres del frente Arles Hurtado.

La masacre más representativa que dirigió alias “HH” cuando ingresó al Cauca, fue la cometida en la cuenca del Río Naya, entre el 10 y el 12 de abril de 2001, en la que fueron asesinados y mutilados con motosierras 27 hombres, mujeres y niños campesinos, afroamericanos e indígenas.

“Él tiene que profundizar sobre la forma cómo llega el Bloque Calima al Valle del Cauca y la influencia que tuvo en esa decisión el empresariado valluno. Se cree, según lo ha dicho Veloza, hubo una participación muy grande de sectores de la industria azucarera y de gente de Buenaventura, para que llegara un bloque de las Auc a la zona y controlara lo que estaba pasando en la vía Cali- Buenaventura, porque había un grave daño que estaba haciendo la guerrilla a esa vía que es fundamental para la economía”, indicó Restrepo.

A Veloza también se le relaciona allí con el Cartel del Norte del Valle, principalmente con “Don Diego” en el Pacífico, para el paso de droga hasta el mar y con políticos muy conocidos, entre ellos el senador Juan Carlos Martínez Sinisterra. De este último, “HH” dijo que era cercano a narcotraficantes de Buenaventura y que por eso los paras lo apoyaron políticamente desde el año 2000. Del mismo modo, confesó que el exgobernador del Cauca, Juan José Chaux, habría realizado alianzas con su grupo.

Sobre los militares “HH” también dio su versión. Según él la Fuerza Pública siempre prestó su apoyo en la zonas de influencia de sus bloques e incluso realizaron operaciones conjuntas. En su momento señaló al comandante del Batallón de Alta Montaña, coronel Bayron Carvajal, el policía acusado de la masacre de 10 policías de la Dijín y un civil en un operativo del municipio de Jamundí, en lo que se llamó “fuego amigo”. También al general Rito Alejo del Río, excomandante de la Brigada 17 del Ejército que fue señalada en su momento de entregar a alias “HH” dos guerrilleros capturados en Turbo, para que este luego los asesinara. Además de su presunta relación para perpetrar la masacre de Mapiripán.

A Veloza también se le recuerda por ser uno de los disidentes del proceso de las Auc en Santa Fe de Ralito, pues luego de desmovilizarse en Turbo con sus 452 hombres, fue capturado por la policía en una finca entre el municipio de Venecia y Tarso, armado y con su anillo de seguridad. Y aunque el Gobierno lo postuló de nuevo a Justicia y Paz, meses después lo extradita a Estados Unidos por seguir delinquiendo.

En el indictment en 2009, el Gobierno de Estados Unidos dice que Veloza conspiraba para distribuir cocaína y distribuir droga en ese país, como cabeza de una sofisticada red de tráfico de estupefacientes que funcionó desde 1998 y se le condena a 8 años de cárcel, los cuales pagó hasta el día de hoy.

Para algunos analistas, Veloza fue un paramilitar puro y más contrainsurgente que narco. “Él era más contrainsurgente que otra cosa, tiene un espíritu más antiguerrillero y anticomunista y actuaba en base a eso”, afirma Restrepo. Pero para las autoridades Veloza era un narco encargado de los envíos de cargamentos de coca por Urabá. Además afirman que estaba aliado con “Don Berna”, jefe máximo de “la Oficina” en su guerra contra alias “Don Mario”, cabecilla de “los Urabeños”.

“Don Berna” convencido de que podía mantener el control del envío de drogas por el Golfo de Urabá se unió a “HH” y sus hombres para enfrentar a “Don Mario”. De esta alianza queda un hecho que conmocionó a Antioquia y fue la muerte en marzo de 2008 de cinco agentes del Gaula y la retención de 25 sicarios por parte de “los Urabeños”, los cuales fueron entregados a la Cruz Roja.

Durante las audiencias y el famoso video que difundieron los medios, “Don Mario” indicaba que los funcionarios del Gaula al parecer estaban trabajando para “la Oficina” y al momento de su muerte guiaban a los sicarios que venían desde el Valle de Aburra a asesinarlos, situación que nunca fue confirmada por las autoridades.

En Antioquia se dice que todavía puede ser pieza clave para explicar los más grandes magnicidios cometidos por las Auc y estructuras como “la Oficina” en Antioquia y el Valle de Aburrá, pues se le considera como pieza fundamental de la Casa Castaño y como brazo controlador del narcotráfico en el Urabá para “la Oficina”, por su cercanía con “Don Berna”.

En Colombia, “HH” fue condenado a 8 años de prisión por la Corte Suprema de Justicia por ser la máxima permitida en el proceso de Justicia y Paz. En diciembre de 2016 la Fiscalía anunció otra macroimputación a ocho estructuras paramilitares por su participación en 22.000 hechos delictivos que dejaron cerca de 49.000 víctimas en el país, entre los cuales está Veloza García.

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