Los Cadillacs, siempre fabulosos

El saxofonista, Sergio Rotman, habló del camino de una de las bandas más reconocidas del continente. Se escucharán este jueves en Medellín.

De izquierda a derecha: Daniel Lozano, Sergio Rotman, Mario Siperman, Florián Fernández Capello, Vicentico, Astor Cianciarulo, Flavio Cianciarulo y Fernando Ricciardi son hoy Los Fabulosos Cadillacs. FOTO cortesía.

Hay algo en el sonido de Los Fabulosos Cadillacs que los hace inolvidables. ¿Será la marcación de la batería y los vientos o las notas de bajo y guitarra? De pronto la ya inconfundible voz de Vicentico o esa resonancia particular de la que también hacen parte los silencios. Lo dice el saxofonista de la banda, Sergio Rotman: el estilo de los Cadillacs se reconoce en los primeros segundos de cada canción.

Este jueves 19 de octubre se presentan en Medellín después de varios años de ausencia. Aquí, en el Club El Rodeo, se presentarán en el Arena Rock, con Mojiganaga, Tr3sdeCorazón y Attaque 77, una noche épica para recordar 14 álbumes de estudio y decenas de éxitos.

Rotman habló con EL COLOMBIANO sobre el regreso de Los Fabulosos Cadillacs a Medellín. Son 31 años de historia que suman varias generaciones de seguidores.

Hay artistas jóvenes que hablan de Los Fabulosos como una influencia.

“No son muchos los que lo dicen o no son todos los que deberían reconocerlo. Creo que hay artistas a quienes les ha costado admitir nuestra influencia pero con los años han tenido que hacerlo. Siempre hemos sido un grupo original. Debo decir que en Latinoamérica hemos tenido una proyección fantástica pero en Argentina prefieren decir que su influencia es Sumo, por ejemplo, y cuando escuchas es la esencia de Fabulosos”.

Desde Bares y Fondas hasta hoy ¿Cómo describe el sonido del grupo?

“Nuestra evolución ha sido constante. Sí, fácilmente reconoces el estilo de Los Cadillacs en menos de ocho segundos, pero no creo que haya un disco que se parezca al otro. A una gente le gusta más la época inicial que era notoriamente ska. A otra, le gusta la intermedia que era un mestizaje y una mezcla de estilos y a una más, la etapa final cuando nos metimos con el jazz y con música más diversa, pero el grupo ha cambiado siempre para mejorar”.

Florián, el hijo de Vicentico, y Astor, el hijo de Flavio, tocan en el grupo desde hace varios años. ¿Eso lo planearon?

“No se piensa en esas cosas. El hecho de que los muchachos entraran a la banda se dio porque estaban ahí y cuando hubo que buscar un guitarrista Florián se sabía las canciones y Astor ya tocaba la batería con nosotros. Primero probaron con una canción, después con dos, luego entre 2013 y 2016 hicimos pocos shows y cuando hubo que grabar el nuevo disco decidimos que ellos fueran los nuevos integrantes. Aunque parezca extraño, no tiene que ver con la condición familiar sino con el hecho de estar ahí. Fue natural”.

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¿Cómo van a escoger el repertorio para el espectáculo en Medellín?

“Yo siempre he dicho que Los Cadillacs tenemos un problema grave: tenemos muchos éxitos. Lo lógico en estos casos es hacer un show más largo aunque tampoco nos gustan los conciertos de tres horas y media. El rock and roll no se debe convertir en un mega espectáculo. El rock and roll tiene que mantener un show activo. Lo que hacemos entonces es combinar lo nuevo con todo nuestro repertorio. Tocamos entre 4 o 5 temas del nuevo disco La salvación de Solo y Juan, pero fluyen bien con el show”.

Les tocó el cambio de era en la industria. ¿Cómo se adaptaron a las nuevas tecnologías y a otras lógicas en la distribución y compra de música?

“Todos estamos en bandas paralelas o tenemos algún proyecto aparte. Entonces conocemos ambos lados de la moneda. Con una banda clásica como nosotros, prácticamente nada puede afectarte. La gente te conoce. Subiste al último tren del mundo analógico y te adaptas fácilmente. Tu pregunta nos hace movernos hacia los proyectos que tenemos en paralelo. Vicentico solista, los proyectos de Flavio, los míos. Y en ese caso ha sido muy difícil que la gente llegue a esa música y no porque no tengas acceso sino porque hay tanta que no tienes tiempo de chequear lo que es bueno o no. Piensa que Los Beatles en nuestro tiempo no hubieran pegado, es imposible que un grupo tan renovador hubiera recibido atención. Hoy estamos llenos de oferta y hay tanta sobrecarga que no te enteras”