Los cuadros de Pedro Nel Gómez se fueron de paseo a Bogotá

El programa se llama Como Pedro por su casa. La obra del artista, literalmente, va de visita a un hogar.

El programa Como Pedro por su casa transforma los hogares en galerías de arte, en donde las familias, motivadas por sus intereses, asumen el papel de curadores de la muestra. FOTO CORTESÍA

La familia Cardona Posso vive en el tradicional barrio bogotano La Candelaria. Esta semana las paredes de su casa tienen al artista antioqueño Pedro Nel Gómez como nuevo huésped, entre todo el ajuar.

La sala ahora es un salón de exhibición de las obras del maestro, y aunque no son originales, sí son copias lienzográficas, de alta calidad.

Yolanda Cardona y su hijo Santiago fueron invitados el mes pasado por el Museo Pedro Nel Gómez y Barcú, la feria internacional de arte y cultura de Bogotá, para venir a Medellín y recorrer las salas de la institución ubicada en el barrio Aranjuez.

Cuando lo visitaron vieron cómo funcionaba: recorrieron sus pasillos, conocieron la bodega, la historia del pintor y sus obras. La intención era elegir diez obras que podría llevarse durante un mes para su casa en la capital. Entre ellas, a Santiago le llamó la atención Leda y el cisne, porque la hizo el artista cuando tenía 12 años y se relacionaba con la mitología griega. Por su parte, Yolanda eligió Esposos en la ventana, un autorretrato en el que aparece el pintor junto con su esposa, Giuliana Scalabern.

Por su casa

El Museo Pedro Nel Gómez desde hace un año trabaja con familias vecinas de Aranjuez y otras localidades de Medellín. Hasta ahora, diez familias han abierto las puertas de su hogar para hospedar las obras del antioqueño.

“El programa Como Pedro por su casa le ha llegado tanto a gente que no sabe de Pedro Nel, como a quienes no han conocido el museo. La conexión ha sido importante en ambos casos”, comenta Susana Mejía, coordinadora del proyecto. Era lo mismo que querían los organizadores de Barcú: involucrar a la comunidad y a los vecinos de barrio, y por eso lo hicieron en Bogotá.

“Nos parece importante que la gente empiece a convivir con el arte. A muchas personas no les interesa, pero cuando ven la casa adornada y las historias que hay detrás de cada cuadro, empiezan a entender al maestro y su obra”, explica Karen Schenk, directora de producción del evento.

En familia

De hecho, la intención de ambas instituciones es llegar a la intimidad. “En su espacio las familias se sienten fuera de todo academicismo”, explica Mejía, y agrega que es más interesante aún que después pueden comentar sobre las obras y el autor.

Esta sería la primera salida nacional de las obras. Por ahora cualquiera puede dejar entrar a Pedro por su casa. Esa es la invitación del Museo: el hogar puede convertirse en una galería de arte y hospedar a este huésped ilustre