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El reciente discurso de Juan Manuel Santos ante la Organización de Naciones Unidas, ONU, como presidente de Colombia, cumplió con lo que esperaban los analistas.
Mencionó 10 veces la palabra paz, que ha sido la bandera de su Gobierno y del que se ocupará durante este último año, teniendo en cuenta que aún falta la implementación del Acuerdo logrados con las Farc. Además, al presidente le preocupan las disidencias de este grupo y el panorama político del próximo año.
“Vengo a decirles que el proceso de paz no solo culminó con un Acuerdo, sino con algo más grande, miles de vidas salvadas”, precisó.
Antes de terminar su intervención en la 72 Asamblea General de la ONU, el presidente manifestó que no podía dejar a un lado el problema mundial de las drogas, e indicó que la lucha contra este flagelo no se ha ganado ni se está ganando, por lo que instó a las demás naciones a definir nuevas estrategias para combatirlo.
“Es hora de aceptar que mientras haya consumo habrá oferta, y que el consumo no se va a acabar”, dijo Santos luego de recalcar que es necesario llegar a consensos, como no criminalizar a los adictos y entender el consumo como un asunto de salud pública y no de política criminal.
Mauricio Jaramillo, profesor de ciencia política de la Universidad del Rosario, y Alfredo Rey, abogado internacionalista de la Universidad de Los Andes, coinciden en que era el discurso esperado, fijando posiciones y respondiendo ante la amenaza del Gobierno de Donald Trump, relacionada con la posible descertificación al país por el incremento en el cultivo de coca.
“Hay una objetivo muy claro y es calmar la presión internacional. Me pareció una frase contundente, porque se hizo énfasis en la corresponsabilidad”, sostuvo Jaramillo.
Rey indicó que dijo lo que tenía que decir. En cuanto a las drogas, mencionó la corresponsabilidad para encarar este problema entre todos los estados. “Las drogas son una cuestión de mercado y es importante que se dejó clara la posición de Colombia, porque Estados Unidos responsabiliza a los países productores, pero se olvida de la situación de consumo”, indicó Rey.
A Jaramillo lo sorprendió que mencionara la situación de Venezuela, pero reconoció que Santos fue cauto con lo que dijo, pues el gobierno colombiano tiene el interés de ser facilitador para solucionar la crisis del vecino país. “Confirma la distancia que se tiene de Maduro y no necesitó hablar de sanciones”, concluyó.