viernes
7 y 9
7 y 9
Si bien el cáncer es una afección que ataca a ricos y a pobres, su detección temprana y tratamiento sí dependen de tener un servicio médico que brinde la posibilidad de acceder a los exámenes y medicamentos necesarios.
“El nivel socioeconómico no influye, pero sí hace la diferencia. Cuando una persona tiene medicina prepagada puede acceder a tratamientos más rápidos. Sin embargo, si la enfermedad ya llegó a un estado avanzado, no importa el tipo de seguridad social que tenga la persona, incluso si puede pagar particular o en general la cantidad de recursos económicos que se tengan”, señala Lina Hinestroza, directora de la Fundación Modo Rosa, especializada en la prevención de cáncer de mama.
De acuerdo con María Soledad Aluma, dermatóloga de la Clínica Aurora, Centro Especializado en Cáncer de Piel, en las formas más frecuentes de este tipo de problema de salud como son: el carcinoma basocelular, el carcinoma escamocelular y el melanoma.
No influye el nivel socioeconómico de la población, porque el principal factor de riesgo ambiental es la exposición a la radiación ultravioleta, por tal motivo, todas las personas que por su trabajo o hobbies se expongan de manera crónica o de forma intensa intermitente al sol podrían en el futuro desarrollar esta enfermedad en la piel.
La exposición a fogones de leña, por ejemplo, son un factor de riesgo que debe ser teniudo en cuenta, pues aún hay población que usa esta combustión para preparar sus alimentos.
En el caso de los niños, Hernán Darío Vásquez López, oncólogo pediatra del Hospital General de Medellín, indica que menos del 20 por ciento de esta población tiene un antecedente que puede incidir en la aparición de esta enfermedad y es el factor genético, que no tiene nada que ver con el estrato económico.
El quid del asunto está en el acceso al tratamiento. El hecho que las personas con mayores posibilidades económica tengan acceso a aseguradoras médicas con mayor portafolio de servicios, facilita que tengan diagnósticos oportunos y posibilidades de atención más amplias y que incluso pueden llegar a ser más efectivas.
Para proteger a todos los pacientes, la Corte Constitucional se ha pronunciado en diferentes ocasiones, señalando que los prestadores de servicios de salud no pueden dilatar el acceso a los tratamientos contra el cáncer.