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El vicepresidente de la República de Colombia no tiene funciones constitucionales, más que reemplazar al presidente en ausencia temporal o definitiva. Sin embargo, es costumbre que los mandatarios deleguen en los segundos al mando funciones importantes.
A través del Decreto 1714, el gobierno de Iván Duque definió las funciones de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez. Sus antecesores Angelino Garzón, Germán Vargas Lleras y Óscar Naranjo tuvieron encargos de diferentes talantes.
Garzón estuvo a cargo de las negociaciones sindicales, en los años en los que los paros eran pan de cada día, así como la negociación de aumento salarial de fin de año, pero su trabajo estuvo más a la sombra, sobre todo por las dificultades de salud que presentó en su periodo.
En su caso, Vargas Lleras estuvo al frente de las carteras con la billetera más grande: vivienda, infraestructura y transporte, en una época en que contratos billonarios prometían conectar todo el país, a través de las 4G. Es muy recordada la frase del entonces presidente Juan Manuel Santos cuando dijo: “ahora sí tenemos vicepresidente”,
En cambio, Naranjo, al ser un general de la policía retirado catalogado en su época como el “mejor policía del mundo”, tuvo a su cargo todos los asuntos de orden público, respondía por las graves situaciones que se presentaban en Tumaco (Nariño) y Catatumbo (Norte de Santander), justo cuando empezaba a implementarse el Acuerdo con las Farc.
Las tareas de Ramírez
A Marta Lucía Ramírez, la primera mujer en llegar a la vicepresidencia, el presidente Duque le encomendó doce misiones, que deberá asumir a partir de la fecha.
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Deberá, como ella misma lo había expresado en campaña, apoyar al presidente en los temas de transparencia, lo que la hará pieza clave en la formulación e implementación de las leyes anticorrupción; en los temas de equidad de género, en lo que ya el Gobierno avanza con un gabinete paritario, y la atención a la población en situación de discapacidad.
Ramírez ejercerá la supervisión funcional de los sectores de transporte e infraestructura, similar a las funciones de Vargas Lleras, lo que le podrá dar mucha visibilidad ya que son las carteras con más recursos: el Presupuesto General de la Nación le asignará, para el 2019, 6,9 billones de pesos, pero el plan de concesiones que maneja la Agencia Nacional de Infraestructura tiene un monto aproximado de 50 billones.
Tendrá otras dos misiones importantes: la reconstrucción de Mocoa (Putumayo), que en la anterior administración estuvo en manos del Ministerio de Defensa, y coordinar lo relacionado con el Patrimonio Cultural Sumergido del Galeón San José, que sigue siendo reclamado por el gobierno español, hasta hoy bajo la tutela del Ministerio de Cultura y cuya Alianza Público Privada no ha sido concretada.
Además, Ramírez coordinará la Misión Internacional de Sabios que convocará el Presidente de la República de Colombia para el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación y asesorará al mandatario en asuntos de competitividad y desarrollo empresarial.
Asímismo, la vicepresidenta tendrá a cargo la presidencia de la Comisión Colombiana del Océano y de la Comisión Colombiana del Espacio, así como la coordinación de la Comisión Interinstitucional de Alto Nivel que tendrá la función de organizar y poner en marcha un Plan Urgente de Reacción y Contingencia que garantice la protección inmediata de las comunidades afrodescendientes y los pueblos indígenas Awá y EperaraSiapidaara.
Y como es debido, podrá representar al presidente Duque en foros, conferencias y agendas bilaterales definidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores.