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“La reconciliación es todavía mi reto”: Clara Rojas

Clara Rojas fue liberada de su secuestro hace exactamente 10 años, estuvo 6 en cautiverio.

  • El secuestro de Clara Rojas se produjo en El Caguán, cuando fracasaron los diálogos de paz entre el Gobierno de Andrés Pastrana y las Farc. Al ser liberada fue llevada a Venezuela. FOTO julio herrera
    El secuestro de Clara Rojas se produjo en El Caguán, cuando fracasaron los diálogos de paz entre el Gobierno de Andrés Pastrana y las Farc. Al ser liberada fue llevada a Venezuela. FOTO julio herrera
10 de enero de 2018
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Era 10 de enero de 2008 cuando Clara Rojas vio que un helicóptero de la Cruz Roja aterrizaba frente a ella en una explanada. Uno de los voluntarios que la recogió le dio la bienvenida a la libertad. Así entendió que ese mes de caminata esperando la liberación había terminado, lo que era el fin de 6 años de secuestro.

Las Farc la plagiaron junto a Ingrid Betancourt, quien era candidata presidencial, el 23 de febrero de 2002.

Hoy cuando se cumplen 10 años de su liberación, Rojas recuerda los años que pasó en la selva, lo que aprendió en cautiverio y mira a un país que apunta a la reconciliación con sus victimarios. EL COLOMBIANO habló con ella.

En perspectiva, ¿cómo han sido estos 10 años?

“Nunca me hubiera podido imaginar que la vida, después del secuestro, me rindiera tanto. Le doy gracias a Dios por eso. Creo que lo que recobré fue una energía vital que me hizo valorar más la vida, valorar más lo que tenía: mi familia, los amigos, mi país. También he tenido obstáculos: hace más de un año murió mi mamá, lo que fue un golpe muy duro”.

¿Cómo ha sido la vida en libertad para Emmanuel?

“El escenario que nosotros teníamos era el de no tener nada, y pasamos al escenario de tenernos todos todo el tiempo, así ha sido”.

Emmanuel llegó a ser, en su momento, el niño más famoso de Colombia, ¿cómo ha asumido su historia?

“Ha tenido de todo lo bueno y lo malo que ocurre en estas circunstancias, pero siempre es más positivo, muchos lo han integrado, y el último granito fue el encuentro que pudo tener con el Santo Padre, los compañeritos a través de él también se nutrieron”.

¿Cómo fue su reencuentro con Ingrid Betancourt?

“Me siento feliz y agradecida con la vida porque salimos de la selva y no nos hablábamos, y pudimos volver a encontrarnos, tomarnos un café informalmente, charlar como antes. Nosotras éramos muy amigas y lo que nos interesa es que la relación no quede rota y que haya un final que por lo menos sea llevadero”.

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles durante su secuestro?

“El primero fue el del secuestro como tal, entender que estaba secuestrada y que pasaban los días y nadie le daba razón es muy duro; el segundo momento es saber que estaba embarazada y tener que asumirlo en cautiverio, y el tercer momento es cuando nació mi hijo Emmanuel y yo estaba en una condición de salud tan precaria que ambos teníamos riesgo de perder nuestra vida, por lo que nos separaron”.

¿Hubo momentos de felicidad durante del cautiverio?

“Lo paradójico es que el nacimiento de mi hijo también generó una gran alegría, como que la gente entendió que allá no solo había muerte sino que también podía haber vida, no solo para mis compañeros de secuestro sino también para el personal de las Farc, hubo esperanza”.

¿Cómo era la relación con los guerrilleros?

“Siempre fue difícil, porque no lográbamos sintonizarnos, el lenguaje que ellos tenían y su actitud siempre fue muy difícil. Es por eso que valoro tanto la libertad, haber entendido lo importante que es para un ciudadano saber que tiene libertad de decisión y las responsabilidades que implican esas decisiones”.

¿Qué piensa de que varios jefes de las Farc estarán en el Congreso?

“Para mí es un desafío enorme porque muchos de ellos tienen un prontuario muy fuerte y van a ser los compañeros de pupitre. A mí en un momento me pegó esa idea y es uno de los grandes desafíos que voy a tener, no solo yo, con la ayuda del voto ciudadano si puedo volver a la Cámara, sino todos los congresistas, quienes vamos a tener que convivir con ellos, pero que sea el diálogo de ideas el que prime”.

¿Cómo se siente en esta campaña al tener que salir a buscar los votos mientras sus victimarios no?

“Eso me demuestra más la verraquera, porque yo hace 4 años salí elegida sin que nadie me diera nada, sin ninguna curul especial, me tocó decirle a las personas de mi programa y me dieron sus votos. Yo sé que mucha gente no está en mi condición, por eso lamento enormemente que esas 16 circunscripciones especiales para las víctimas no fueran aprobadas por el presidente del Senado, ha sido un enorme daño al país”.

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