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Profesionales con complejos retos éticos

Las facultades forman a sus estudiantes en ética, pero son ellos los que toman la decisión sobre qué hacer y cómo hacerlo.

  • El edificio Bernavento, en la Loma de los Bernal, el más reciente caso de fallas que hablan de un asunto ético. FOTO Edwin Bustamante
    El edificio Bernavento, en la Loma de los Bernal, el más reciente caso de fallas que hablan de un asunto ético. FOTO Edwin Bustamante
27 de abril de 2018
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Acontecimientos como el desplome del edificio Space, la caída del puente de Chirajara y la inminente implosión del edificio Bernavento en la Loma de Los Bernal (suroccidente de Medellín), entre otros, ponen en la palestra el tema de la ética y los ingenieros.

Según el filósofo español Fernando Savater la ética es “el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto, el arte de discernir lo que conviene (lo bueno) y lo que no conviene (lo malo)”.

Las facultades de Ingeniería no son ajenas a este tema, entonces desde las aulas aportan para formar de una manera íntegra y humanista a sus estudiantes.

“La ética no se enseña con una asignatura sino que debe ser un tema transversal a lo largo de toda la carrera, haciendo debates y foros en los que se analice cómo es el ejercicio profesional de los ingenieros”, afirma Carlos López Bermeo, decano de Ingenierías de la Universidad de Medellín.

Agregó que es necesario cultivar en el estudiante la conciencia de que se debe dar prioridad al beneficio colectivo ante el beneficio individual, a lo social más que a lo económico.

Hay que cambiar el chip, además. La formación humanista no puede ser considerada por los estudiantes como “de relleno”.

Para Whady Flórez, profesor de la facultad de Ingeniería Mecánica de la UPB, es a partir de ese ciclo de formación básica en humanismo y ética, donde se estudian problemas y se analizan casos, como se puede “sensibilizar a los estudiantes en cuanto a las consecuencias de tomar una decisión determinada (cómo afecta a la sociedad y a la economía de un país), en establecer relaciones positivas con su entorno (que construyen, sanan, dan beneficios) no como una regla sino como consecuencia de esa relación positiva que a su vez produce un comportamiento ético”.

El concepto es simple, pero poderoso, como lo señala Julio Cañón, profesor de la facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia. “La ética es vivir bien en sociedad, no hacerle daño al otro”.

Agrega el docente que este es un tema que se discute internamente por los profesores y estudiantes con la intención de formar ingenieros responsables con el bienestar de la sociedad.

“Pero hay que tener en cuenta que más allá de la teoría, de los cursos, el dilema ético lleva a una decisión personal en la que el individuo debe asumir las consecuencias de sus actuaciones”.

Dice Cañón que, ante estos casos donde ha fallado la ética de los ingenieros, las universidades están llamadas a llevar un registro, “para conservar esa memoria viva de nuestra sociedad, la cual puede ser de utilidad para promociones futuras”.

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