viernes
7 y 9
7 y 9
Cuando le hablen de diplomado, no caiga en el error de pensar que le están ofreciendo o que va a cursar un posgrado.
Son dos procesos formativos diferentes, que tienen en común que le permiten al estudiante cualificarse en sus competencias laborales o profesionales, pero que difieren en sus componentes académicos, incluso en sus públicos objetivos.
Un diplomado es un curso o taller que le permite adquirir nuevas competencias en un área específica de forma corta y práctica. Juan de Dios Uribe, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de Unisabaneta, sugiere hacerlo cuando haya un interés del usuario de capacitarse en un corto plazo. Su duración es entre 120 y 160 horas (cerca de tres meses según la intensidad horaria).
Si lo que usted necesita es actualizarse en su área de trabajo, capacitarse rápidamente en un conocimiento específico, lo suyo es el diplomado, no lo ponga en duda.
Complementa Camilo Gómez, director de Extensión y Servicios a la Comunidad de la Universidad Católica Luis Amigó, que el diplomado va más dirigido a quienes requieren formarse en temas de vigencia inmediata: un cambio normativo, una reforma tributaria, temas que no dan mucha espera.
El posgrado, en cambio, implica más dedicación y profundidad. Es un estudio superior, reseña Gómez, que conduce a un título que cualifica de manera profesional en un nivel avanzado. Otra diferencia con el diplomado, que en cambio entrega un certificado de competencias.
Maestría, especialización o doctorado son posgrados y los objetivos académicos cambian con respecto al diplomado. Hay más actividades de ciencia, investigación, más teoría que práctica, dice el director de Educación Continua de Eafit, Luis Fernando Rendón. “Te cambian la vida”.
Para obtener mejores condiciones laborales, un ascenso, un incremento salarial, un escalafón más alto, el posgrado es la opción. “Corresponden a un título académico formal reconocido por el Ministerio de Educación Nacional, lo cual permitiría mejorar el perfil profesional del participante y tener mayores oportunidades al momento de participar en convocatorias”, dice Juan de Dios Uribe, de Unisabaneta, y agrega que esto debe ir de la mano del perfil profesional que tenga el estudiante.
Pese a sus diferencias, hay algo que hermana a posgrados y diplomados, y es que este último puede dejar el interrogante planteado para una futura elección de especialización, maestría o doctorado.
La práctica en el diplomado puede ser útil para luego complementar con los niveles teórico, técnico y metodológico del posgrado, concluye Juan de Dios Uribe.