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A buena parte de los 1.200 estudiantes de la Institución Educativa Miguel Ángel Ramírez de El Hatillo, municipio de Barbosa, les tocó ver en la tarde del viernes con cierta resignación cómo el agua ocupó los espacios donde ellos estudian desde hace menos de 15 días.
Todo producto de las fuertes lluvias que se precipitaron sobre el norte del Valle de Aburrá. El torrencial congestionó el sistema hidráulico de esta institución educativa y el agua ocupó corredores y salones donde reposan las sillas todavía brillantes.
Carlos Julio Ramírez, director administrativo de Planeación del municipio, explicó que la inundación en el colegio que tuvo una inversión de más de 6 mil millones de pesos se produjo por la combinación de dos factores: el aumento inusitado del volumen de agua y la poca cultura de los vecinos y transeúntes del lugar que arrojan basuras en cualquier lugar:
“La mala disposición de las basuras en la zona congestionó los cárcamos y los sumideros y por eso la inundación, pero la estructura está en perfecto estado. Una vez ocurrió el incidente bomberos atendió y se activó la alarma pero en cuestión de horas se realizó la limpieza”, aseguró.
De acuerdo con el funcionario, el próximo lunes habrá clases con normalidad en El Hatillo y la comunidad académica puede estar tranquila porque el colegio no sufrió ningún daño relevante que ponga en riesgo la esperanza de los niños de tener un lugar nuevo dónde estudiar.