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Luego de que la Fiscalía le imputara el delito de homicidio agravado en concurso con tentativa de homicidio a Lisa María Santos Jaimes, por los hechos ocurridos en junio de 2017 en el barrio Quinta Estrella de Bucaramanga, un juez la encontró culpable de haber envenanado a sus tres hijos de 4, 6 y 12 años.
La única víctima mortal de estos hechos fue la menor de 6 años, quien a pesar de haber recibido tratamiento médico no sobrevivió.
El próximo 17 de mayo se realizará la lectura de fallo en la que el juez dará a conocer la pena que deberá pagar la procesada la mujer de 28 años. Por su parte, antes de terminar la audiencia, la Fiscalía solicitó una condena ejemplarizante.
La trágica tarde
Los hechos ocurrieron en una vivienda localizada en la carrera 13W con calle 44 del barrio Quinta Estrella, en el occidente de Bucaramanga, Santander, donde, según las autoridades, la mujer mezcló un veneno con una bebida achocolatada y se lo dio a beber a sus tres hijos de 4, 6 y 12 años. Posteriormente, ella también tomó.
Gracias a que la menor de 12 años salió corriendo a la calle a pedir ayuda, los vecinos se percataron de la situación y dieron aviso a la Policía.
“Yo estaba trabajando cuando los vecinos me dicen que buscara en los hospitales porque Lida había envenenado a los niños. Llegué a la clínica Chicamocha y ahí estaban. Fue muy traumático todo, los niños ahí prácticamente sin vida, 12 horas y no reaccionaban”, relató el papá de los menores de edad.
Tanto la mujer como los niños fueron auxiliados y trasladados a las clínicas San Luis y Chicamocha. Al día siguiente, la niña de 6 años murió a causa de fallas multisistémicas. Los otros dos menores lograron recuperarse.
“La niña mayor, cuando brindó la entrevista a la Fiscalía, contó que mi hija (la de 6 años) se tomó todo el vaso y después le pidió más y se tomó otro, fue la que más tomó y por eso se murió”, explicó el papá de los niños.
Con el material probatorio recopilado, la Policía capturó en la clínica a la acusada y un juez le dictó medida de aseguramiento intramural. Desde entonces, la mujer de 28 años permanece en la cárcel de mujeres de Chimitá, de Bucaramanga.
“Todo fue premeditado”
Pese a que los móviles del crimen aún no están claros, para el padre de los menores el homicidio fue premeditado, pues su expareja había adquirido meses atrás el veneno en una veterinaria, supuestamente con el objetivo de matar ratas.
“Ya lo tenía premeditado, incluso como ocho meses antes me había dicho que se iba a envenenar e iba a envenenar a los niños. Yo eso lo puse en conocimiento de Bienestar Familiar, donde se venía haciendo un proceso por maltrato y yo estaba pidiendo la custodia”, agregó el papá de los menores, quien actualmente tiene bajo su cuidado al pequeño sobreviviente, pues a la niña mayor la está cuidando una tía materna.
El afectado terminó la entrevista con Vanguardia Liberal, medio de Colprensa, argumentando que el trágico hecho era una tragedia anunciada y las autoridades fueron muy permisivas.
“Debieron haberla asistido psicológicamente a ella. Hubo alertas y yo las puse en conocimiento del Bienestar Familiar. Allá nos asignaban era citas y ella no iba, faltó más dureza. Ya llevábamos dos años de separados, ella había tenido más relaciones. De pronto tenía su crisis con su última pareja. Aún no sabemos por qué hizo eso”, concluyó Miguel Osma.