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Beneficios a labriegos ayudó al aumento de cultivos de coca

Según Naciones Unidas, en Colombia hubo un aumento de 50.055 hectáreas de estos sembrados.

  • Según Naciones Unidas, en Colombia hubo un aumento de 50.055 hectáreas de estos sembrados. FOTO DONALDO ZULUAGA
    Según Naciones Unidas, en Colombia hubo un aumento de 50.055 hectáreas de estos sembrados. FOTO DONALDO ZULUAGA
Aumento de cultivos de coca en Colombia
15 de julio de 2017
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El aumento de los cultivos de uso ilícito en Colombia, registrado por la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, UNODC, es un asunto que ha ido en crecimiento en los últimos tres años: en 2014 las áreas cultivadas eran de 69.000 hectáreas, en 2015 ascendió a 96.084 y en el 2016 subió a 146.139.

El incremento de un 52 % de las plantaciones de hoja de coca se debe a tres factores: un plan de sustitución que brinda beneficios a los campesinos que erradiquen los cultivos, la eliminación de la fumigación con glifosato y la llegada de actores ilegales que con precios altos por el valor del dólar, ofrecen una mejor rentabilidad en el negocio ilegal.

En el informe del 2017, UNODC lo deja claro al afirmar que las expectativas generadas en torno a las negociaciones del Acuerdo de paz “podrían haber contribuido a que los agricultores tuvieran mayores esperanzas de beneficiarse de los posibles programas de desarrollo alternativo y podrían haber motivado un auge de los cultivos ilícitos. Esto, unido a la cesación de las actividades de erradicación mediante aspersión por las autoridades en 2015”.

Óscar Palma, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario y director del Observatorio de Drogas Ilícitas del mismo claustro, analizó que los labriegos “tomaron esos incentivos del Gobierno acordados en La Habana como una carta de negociación para obtener ventajas o auxilios económicos”.

Palma indicó que los precios altos que se manejan hoy en el mercado ilegal han cautivado a los labriegos, llevando a la resiembra por el atractivo valor del kilo de hoja fresca que, según fuentes de inteligencia de la Policía, oscilaría entre los 2.500 y 3.000 pesos.

Crecimiento en las regiones

Aunque el crecimiento de los cultivos de la hoja de coca aumentó de manera exponencial, su incremento no se extendió por el territorio nacional, por el contrario, se concentró aún más en regiones en las cuales históricamente siempre hubo este tipo de sembrados (ver mapa).

La razón de esta concentración la explica el analista del conflicto armado y economías ilegales Juan Carlos Ortega: “Si bien esa concentración se venía presentando desde hacia varios años, el fenómeno se presenta porque en esas regiones no son efectivas las políticas para la lucha contra la hoja de coca, y no ha llegado la mano del Estado en la lucha contra el narcotráfico”.

Guardando las proporciones del incremento, las zonas en las que más se evidenció el crecimiento son las regiones Pacífico y la Central, y la Sierra Nevada de Santa Marta.

El aumento desemedido de las plantaciones en estas regiones obedece también a otros factores como su posición geoestratégica.

El coronel (r) de la Policía y especialista en Ciencia Política Jairo Delgado explicó que las condiciones selváticas, los ríos y otros factores han ayudado a la proliferación de esos cultivos de uso ilícito.

“Regiones como la Pacífica que tienen a su disposición el mar, y otros afluentes que facilitan el transporte y otros aspectos de la cadena del mercado, ayudan no solamente a la siembra, sino también al procesamiento en los laboratorios”, indicó Delgado.

Continúa la lucha

Conocido el informe de Naciones Unidas, el Gobierno colombiano se pronunció sobre el aumento del 52 % de los cultivos de hoja de coca.

Entre los planes gubernamentales se contempla la estrategia de sustitución voluntaria y la erradicación forzosa, cuya meta es reducir las áreas sembradas. Así mismo aseguró que sin conflicto armado, el Estado va a poder llegar y garantizar su presencia en las zonas de producción.

El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, dijo que esa combinación de erradicación manual y de sustitución con planes de desarrollo alternativo permitirá arrancar 100.000 hectáreas de coca, marihuana y amapola.

“Con esto contribuiremos a lograr la transformación de territorios y sus comunidades, y logrando que éstas puedan acceder a oportunidades de salud, trabajo, educación, vivienda, entre otras, dentro de territorios seguros”, precisó el ministro Villegas.

En su informe, el Gobierno mostró los avances en la lucha para arrancar las plantas, atacar el narcotráfico y su cadena de producción y terminar su estrategia de erradicación manual con el objetivo de desenterrar de manera voluntaria 50.000 hectáreas del cultivo (ver ayuda).

La ONU reconoció el trabajo colombiano en la lucha contra los cultivos de uso ilícito, sin embargo, el representante de UNODC, Bo Mathiasen, dijo que si no se mejora la acción contra los eslabones, estas plantaciones permanecerán o a reaparecerán.

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