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El nuevo rector de la U. de A. destapó sus cartas

El rector designado John Jairo Arboleda, entre otras materias, tendrá que afrontar un déficit de funcionamiento de $33.000 millones.

  • El directivo expresó que más que un nuevo campus para la universidad, es necesario mejorar la infraestructura actual de las diferentes sedes de la U. de A. FOTO Santiago Mesa
    El directivo expresó que más que un nuevo campus para la universidad, es necesario mejorar la infraestructura actual de las diferentes sedes de la U. de A. FOTO Santiago Mesa
02 de marzo de 2018
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El nuevo rector de la Universidad de Antioquia, para el periodo 2018-2021, fue designado por unanimidad por el Consejo Superior de esta institución. El veterinario John Jairo Arboleda, quien el 9 de abril asumirá el cargo, tiene el reto de dirigir el principal centro de educación superior del departamento.

Financiación, regionalización, seguridad, internacionalización y otros temas hicieron parte del diálogo que entabló con EL COLOMBIANO para conocer las estrategias con las cuales abordará esta responsabilidad.

¿Cómo se trabajará para superar el déficit de funcionamiento de $33.000 millones?

“Nos toca hacer uso de la creatividad e imaginación. Todos sabemos la situación fiscal de nuestro país, pero aprovechando la firma de los acuerdos de Paz en La Habana, el país podrá destinar los recursos que eran para la guerra hacia la educación.

Por nuestra parte, iremos a los gobiernos locales, hablaremos con los concejos. También hay que entablar un diálogo con el alcalde de Medellín, que tiene una deuda histórica; si bien somos del orden departamental, creo que sí es un deber del municipio con la U. de A., porque la mayoría de estudiantes son de esta ciudad y la Administración no participa con recursos que hagan base presupuestal.

En regiones, por ejemplo, buscaremos que donde la universidad tiene sedes, el municipio no le cobre impuesto predial, que es un gasto fijo y esos recursos pueden ir para otras necesidades. Algunas localidades incluso, como en Yarumal, nos entregaron la sede en comodato y se hizo una reserva de presupuesto municipal para servicios públicos.

Hay avances en cuanto a la venta de servicios, patentes y licencias. Tenemos que valorar nuestros intangibles y sentarnos a hablar con las empresas privadas, ahí puede haber ingreso de recursos”.

¿Cuál es el paso a seguir en el proceso de regionalización?

“Hay que hacer un análisis de lo que deben ser los próximos 30 años en esta materia. Nuestra idea es que los recursos se manejen con autonomía desde cada una de las distintas sedes, entendiendo que los niveles de desarrollo no son iguales en todas las regiones

La universidad debe convertirse en una fuerza viva en la región, para ello hay que vincular a profesores que no tengan que viajar desde Medellín, sino que tengan su asiento en las sedes. Además, con la estrategia de la Universidad Digital se reforzará y se brindarán nuevas alternativas de formación para llegar a todos los rincones del departamento, porque físicamente no tenemos cómo llegar a todos los municipios.

Las metas de largo plazo que se trazaron para 10 años desde 2002 no se lograron cumplir, pero no porque la universidad no hizo la tarea, sino que se necesita que el resto de instituciones del Estado se muevan al mismo ritmo y acompañen.

Por ejemplo, para poder formar médicos en las regiones necesitamos hospitales de nivel 3; se necesita el desarrollo regional, no solo basta con que la universidad ofrezca el programa.

El tema de la pertinencia es de suma importancia, un programa pertinente es aquel en el que los egresados encuentren trabajo en esa región, cuando el egresado se vincule laboralmente en lo que se formó en su tierra, no nos quedará duda de que se acertó”.

¿Cómo proyectar la universidad en el plano nacional e internacional?

“La ciencia que se tiene en la universidad es del orden mundial. Hay que fortalecer el relacionamiento y generar más atractivos para que las instituciones del mundo quieran venir a hacer sus prácticas, investigación, intercambios o docencia.

Para la muestra, el estudio de cómo se está dando la implementación de los acuerdos de paz de La Habana, que se desarrolla en Anorí con expertos acompañados por la universidad, va a servir como ejemplo mundial de resolución de conflictos y de ello se podrán servir otras instituciones”.

¿Cómo innovará la universidad sus programas para que no pierdan vigencia?

“Tenemos que empezar a pensar cuáles son las necesidades de formación de los jóvenes en los próximos 40 años. La clave es desarrollar en los estudiantes esa inquieta y permanente búsqueda de información para que luego puedan sintetizarla y aplicarla para resolver problemas.

Expertos proyectan que a 2030 desaparecerán 800 millones de empleos, todos los que comporten una rutina y sean susceptibles de robotizarse van a desaparecer, y creo que la discusión se debe dar.

Es interesante lograr algo parecido a lo de Harvard, donde se liberan los contenidos y cualquiera puede acceder a ellos, luego para certificarse deben pagarle a la universidad para tenerlo. Esas cosas no se están viendo en Colombia, y así debe ser la educación y la formación del futuro”.

¿Se buscará vincular más docentes para mejorar la calidad educativa?

“En el plan de desarrollo (2017 - 2027) está contemplada la creación de 300 nuevas plazas. Buscaremos recursos para apalancar esto, porque uno de los indicadores importantes en internacionalización es el tener un número bajo de estudiantes por profesor.

Además, revisaremos las regulaciones institucionales y ver ejemplos en otras universidades para mejorar el tipo de contratación de los profesores de cátedra (a la fecha son 4.088 frente a 1.416 vinculados).

Ver la posibilidad de que el contrato no sea por horas, o cada semestre, sino ampliar esos tiempos sin necesidad de ir en contra de la ley, para garantizar la estabilidad del docente y, sobre todo, para que se pueda enfocar en su labor educativa”.

¿Qué estrategia habrá para combatir inseguridad y microtráfico en la universidad?

“El promedio de habitantes de muchos municipios es menor a la población que tiene Ciudad Universitaria, que puede tener entre 28.000 y 30.000 personas al día. Sin desconocer que tenemos problemas, lo que pasa en la sede central es de baja ocurrencia si se compara con otros territorios y cualquier cosa que suceda genera escándalo.

Por supuesto que analizaremos y fortaleceremos la seguridad, también enfrentaremos el asunto de ventas informales de personas que no pertenecen a la comunidad y apoyar a los que sí hacen parte con programas de bienestar universitario.

Estos son temas que deben manejar las autoridades competentes, les pondremos atención y como representantes legales trataremos de mitigar este tipo de actividades.

Por otro lado, no hemos pensado en suprimir las mallas alrededor de la universidad, porque las condiciones que las generaron no han desparecido, estamos en una ubicación que aún es insegura.

Pero el trabajo para superar esta problemática debe partir de cada uno de nosotros, se podrían reforzar las ventanas, pero también hay que trabajar en el autocuidado, ser más responsables con nuestras pertenencias”.

¿Es necesario un nuevo campus para la institución?

“Toda renovación es bienvenida, pero sin tantos recursos tenemos que priorizar en ordenar la casa, invertir para actualizar la infraestructura, los espacios que ya tenemos, para que sean dignos de toda la comunidad universitaria”.

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