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La mañana del pasado 2 de julio las autoridades hallaron a orillas de la quebrada La Valeria del municipio de Caldas, departamento de Antioquia, el cadáver de una mujer sin identificar, con señales de violencia.
Dos días después, sus familiares la reconocieron en la sede del Instituto de Medicina Legal y Ciencia Forenses de Medellín, como Natalia del Carmen Ospina Múnera, de 40 años de edad.
Luego de varias semanas de investigación, la Fiscalía determinó que la víctima fue asesinada horas antes en su propio apartamento del barrio Conquistadores de la capital antioqueña y que su cadáver fue llevado hasta el lugar del hallazgo para desviar la investigación.
Los médicos forenses dictaminaron que la mujer murió ahogada luego de haber sido sumergida en líquido, lo que se conoce como anoxia por asfixia mecánica.
Luego de revisar las cámaras de seguridad de la urbanización donde habría ocurrido el crimen, los investigadores establecieron que el cuerpo sin vida fue sacado del apartamento por un hombre que protegía su rostro y llevado hasta un vehículo de propiedad de una hija de la víctima, en el que finalmente fue transportado hasta el vecino del municipio de Caldas.
El automotor fue hallado abandonado el 7 de julio último, en el barrio Tricentenario de Medellín.
Mediante labores de seguimiento e información suministrada por los familiares de la occisa, permitieron a la Fiscalía obtener la captura de un hombre de 34 años de edad y excompañero sentimental de Ospina Múnera.
El presunto agresor fue capturado este jueves en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, cuando regresó a Colombia procedente de la ciudad de Miami (Estados Unidos), donde labora como conductor de tractocamiones.
El procesado fue cobijado con medida de aseguramiento intramuros por el delito de feminicidio agravado y no se allanó a los cargos.
De acuerdo con los familiares de la víctima, el día del homicidio el presunto victimario se llevó a un perro de nombre “Valentino” del cual se desconoce el paradero.