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El martes 20 de febrero La Junta Administradora Local (JAL) de El Poblado —comuna 14 de Medellín— realizará una audiencia pública, con el propósito de evidenciar ante la Administración Municipal las problemáticas que afectan a más de 500 familias que viven en los alrededores de la estación Aguacatala del Metro.
“La JAL estuvo conversando con algunos residentes del sector de la Aguacatala y decidimos convocar la audiencia pública para hacerle un control a la Alcaldía en diferentes aspectos: movilidad, uso del espacio público, seguridad e infraestructura en la zona del puente vehicular y peatonal, entre otros”, afirmó Pedro Juan Arango, edil de la comuna 14.
El miembro de la JAL sostiene que, de todas las problemáticas, la indebida ocupación de espacio público es lo que más está afectando a las familias que viven en las diferentes unidades residenciales de los alrededores, debido a que, en su mayoría, son puestos de venta de comida que crean problemas de salubridad.
“Para esta audiencia citamos a diferentes dependencias de la Administración Municipal: secretarías de Seguridad, Movilidad, Salud, Infraestructura y a la subsecretaría de Espacio Público. También le extendimos la invitación a la empresa Metro y a la Personería de Medellín para que nos acompañe con el proceso”, indicó Arango.
El líder comunitario y representante de la urbanización Bosques de La Aguacatala, Alfonso Vergara Vergara, le comentó a EL COLOMBIANO que desde el 2016 se ha ocupado en mediar para resolver los diferentes problemas.
“Me he reunido con los funcionarios de diferentes despachos de la Alcaldía, todos me dan la razón y se comprometen a ayudar, pero no sucede nada. Hemos mandado cuatro derechos de petición y tampoco han servido. El concejal Jaime Mejía realizó una comisión accidental y le pidió a la Alcaldía crear una mesa técnica; aunque se hizo un recorrido por la zona, hubo soluciones”, expuso el representante de Bosques de la Aguacatala.
Lo que más los está perjudicando —según don Alfonso— son los puestos móviles que se dedican a vender comida (fritos, mecato, tinto y frutas), en especial los que usan aceite para la cocción de los alimentos, ya que el olor se mete a los apartamentos, el aceite viejo lo botan por las alcantarillas y las basuras y residuos de los alimentos incidió a la proliferación de ratones, ratas e insectos.
“En 2015 tan solo eran dos puestos de comida, ahora son más de 10. Muchos usan pipetas de gas para calentar el aceite, eso es algo muy peligroso porque tienen conexiones hechizas y está prohibido”, explicó Vergara.
La circulación en la vía distribuidora de la Regional se ve afectada en este punto porque en la bahía de parqueo de las seis rutas alimentadoras del sistema Metro solo tiene capacidad para dos buses en fila y hay momentos en el día en que parquean hasta seis de estos vehículos al mismo tiempo, lo que implica usar el espacio de la vía. A esto se le suma el tráfico por la avenida Las Vegas (carrera 48), entre las calles 12 sur y 18c sur, un tramo de 750 metros que tiene tres semáforos; esto hace que entrar o salir del barrio —por Las Vegas o por la Regional— sea muy difícil.
Otra denuncia que hacen los residentes del sector y que EL COLOMBIANO ha publicado en varias ocasiones, es la venta ilegal de tiquetes del sistema Metro en los bajos de la estación Aguacatala, los cuales se venden a un precio inferior a los que se consiguen en la taquilla.
La empresa Metro de Medellín prefirió no dar ninguna declaración antes de escuchar a la comunidad del sector, pero le confirmó a EL COLOMBIANO que un representante de la gerencia de Planeación asistirá a la audiencia.
Por su parte, la Alcaldía de Medellín —al cierre de esta edición— no aseguraba o negaba su participación en esta audiencia.