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El llamado es a demorarse un poco más, pero llegar bien a los destinos y sin afectar a otros actores de la vía. Se trata, también, de la justificación que dan las autoridades de Medellín a una decisión que a muchos conductores de vehículos motorizados les suena generadora de tacos: construir cebras y semáforos peatonales y descartar futuros puentes para atravesar calles con alto tráfico.
En ese sentido, durante las dos últimas semanas la Alcaldía entregó dos pasos seguros para transeúntes, uno en El Poblado, sector Campestre, y otro en Laureles, avenida Nutibara. En total, reportó la Secretaría de Movilidad, son 95 intersecciones de estas con pulsadores (semáforos) por toda la ciudad.
Estas intervenciones son, según el secretario de Movilidad de Medellín, Humberto Iglesias, una estrategia para proteger las vidas de los peatones y brindarles la posibilidad a personas con movilidad reducida de cruzar con facilidad.
“Vamos a seguir instalando cruces seguros, apostándoles a la movilidad sostenible, peatonal. Que cada vez los peatones se puedan sentir más seguros al cruzar las calles y se apropien de estos espacios”, dijo.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad, en lo corrido del año se reportan 90 peatones muertos, en su mayoría, intentando cruzar una vía de Medellín. En total las personas fallecidas en accidentes de tránsito en la ciudad suman 216.
Si bien la cifra de patones muertos bajó 7,2 por ciento frente a la de igual periodo el año pasado (97 muertos), Iglesias no subestimó el número y apuntó que con las cebras y semáforos que se están construyendo, en lugares que se han identificado como los de mayor accidentalidad, seguirán bajando el indicador de mortalidad.
“La accidentalidad en la ciudad es grande. Invitamos a que las personas hagan uso de la cultura ciudadana y tengan precaución en las calles. Venimos salvando vidas con acciones de urbanismo táctico, pero los peatones son los actores en la vía y tienen que tener cuidados básicos, hacer los cruces seguros y no distraerse con el celular o audífonos, que les impida estar con todos los sentidos activos”, apuntó.
El acumulado de las cifras de accidentalidad en la ciudad, reportado por la Secretaría de Movilidad hasta agosto pasado, da cuenta de que los peatones representaron el mayor número de muertos por accidentes con 61,5 por ciento del total, seguidos de los usuarios de moto (conductores y pasajeros) con 38,5 por ciento.
Para Gustavo Cabrera, profesor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia y especialista en seguridad vial, el total de peatones muertos en la ciudad puede ser más alto, pues el consolidado de la Secretaría de Movilidad solo cuenta las personas que fallecen inmediatamente tras el accidente, pero hay un 10 por ciento de ese total que muere días después.
“El urbanismo (cebras y semáforos peatonales) es positivo cuando en una sociedad se trabaja en el cambio de comportamiento y en el control, con autoridad, porque nada ganamos si a los conductores que pasan en exceso de velocidad no se les castiga severamente”, consideró.
Para, Isaac Herskowch, conductor habitante de El Poblado y exconcejal de Medellín, descartar radicalmente la construcción de estas estructuras elevadas, que sirven para que el peatón cruce de un lado a otro, es un error, no obstante resaltó las intervenciones con cebras y semáforos peatonales en algunos sitios.
“Por ejemplo, en el semáforo del centro comercial Santafé, en la avenida El Poblado, debieron hacer un puente peatonal y no un semáforo. El peatón es sagrado, pero se le debe dar movilidad a la ciudad y por eso hay que pensar en puentes. Sé que eso tiene un costo, pero de lo contrario muchas vías se volverán intransitables”, señaló.
Sin embargo, Juan Camilo Gómez, gerente de Movilidad Humana en Medellín, aseveró que los puentes peatonales son obsoletos, excluyentes y nicho de inseguridad.
“Se pensaron (los puentes peatonales) en los años 80 como la gran solución de la movilidad, para que el vehículo no disminuyera su velocidad mientras un transeúnte cruzaba la calle. Sucede que estos no le permite a una persona en silla de ruedas o muletas acceder al otro costado de la vía”, añadió.
Gómez, explicó que la apuesta de la Administración es a que todos, carros, motos, buses, volquetas, bicicletas y peatones compartan la vía y agregó que, al fin de cuentas, el ciudadano cruzaba la calle debajo del puente, evitándolo, y poniendo en peligro su vida.
Los puentes invitan al delincuente a que violente al usuario que lo transita, y no hay alternativa de escape”, concluyó.