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El día futbolero, a ratos lluvioso y a ratos soleado, no fue obstáculo para que Carlos Mario Rave, un emprendedor de Medellín, presentara en público la última novedad de su marca Agroindustria 1907: el café tisana.
Su famiempresa, con sede en Pilarica (comuna 7, Robledo), que fabrica aceites de aguacate, de coco y de ajonjolí; manteca de cacao y tres variedades de café, tiene de particular que siempre está innovando, “porque es la única forma de mantenerse en el mercado”, dice Carlos Mario.
El café tisana, explica, es un producto muy versátil y de más fácil preparación que los demás cafés: “El café se empaca en una bolsita de tela de algodón y se prepara como si fuera una aromática, es muy sencillo, pero además se siente la esencia, el aroma, que es otro valor agregado”, asegura.
Sus productos tienen dos características: mientras los aceites los prepara en frío, los cafés, cultivados en el municipio de El Peñol, se procesan en tostadoras a flujo de aire caliente.
“Lo más común del mercado es el tostado al carbón, pero nosotros usamos aire caliente, que le da más calidad al café y es más ecológico”, señala este emprendedor, que lleva siete años en el mercado.
En el mismo escenario, la plazoleta de La Alpujarra, donde también se presentó en pantalla gigante el partido de Colombia-Senegal, hubo más talento joven en exhibición y venta de productos.
Entre ellos -en total 103- estuvo Edwin Betancur, dueño de la Casa de Pitty, una famiempresa que él pudo montar gracias a que, en 2015, se ganó el primer premio en un concurso de la Alcaldía, lo que le permitió acceder a un préstamo con interés blando del Banco de las Oportunidades.
“Con este banco, el máximo interés que nos cobran es del 0,95%, lo que nos permite pagar cumplidos sin vivir ahorcados”, sostiene Edwin, que fabrica arneses, camas, collares y traillas para mascotas, además de nidos para pájaros y otra serie de productos para animales domésticos, un mercado que crece cada vez más en la ciudad. Su sede está en el barrio Campo Valdés y, para ensanchar mercado, también tiene página de Facebook y así aprovecha las redes sociales como plataformas de promoción.
Pero la suerte de todos estos empresarios de baja escala, a lo mejor no sería la misma sin el apoyo de la Administración Municipal, que a través de la Secretaría de Desarrollo Económico adelanta programas como la Feria del Talento Joven, los Mercados Campesinos, el Capital Semilla, la Escuela de Artes y Oficios y la Aceleración Empresarial. Todos apuntan a apoyar a los emprendedores para que no dejen morir su capital y lo conviertan en una fuente autónoma para la generación de ingresos y de empleo.
“Queremos que ellos abran nuevos mercados, aumenten sus ventas y logren desarrollar productos y servicios con alto valor agregado”, sostiene María Fernanda Galeano, titular de la dependencia, quien afirma que, en 2017, en todos estos eventos los emprendedores lograron ventas por $40.000 millones.
El apoyo que se les da en capacitaciones, ferias y créditos es importante, pero el emprendedor debe tener constancia, disciplina y persistir, “y aprovechar las oportunidades”, señala Vernon Brown, un sanandresano que se vino a Medellín y cuya esposa, Regina Mosquera, montó una fabrica de canastillas, bolsos y otras artesanías que siempre tienen mercado en las ferias populares de la ciudad.
Además de estos apoyos, la Alcaldía cuenta con los Centros de Desarrollo Empresarial Zonal (Cedezos) en las 16 comunas, donde brinda capacitación en temas jurídicos, administrativos y empresariales.
En la ciudad ya son 9.053 emprendedores e innovadores inscritos para los distintos eventos feriales.
Sin embargo, el concejal Ricardo León Yepes le pide a la Secretaría de Desarrollo ejecutar programas de mayor impacto social, que redunden en una mejora en la calidad de vida y se baje la tasa de desempleo en la ciudad, que está en 10.8%, según el último registro del Dane.
“Las políticas de desarrollo económico deben ir enfocadas a impactar el ecosistema empresarial, fomentando que, en la alianza empresa-universidad-Estado, se puedan crear sinergias económicas para el emprendimiento y la innovación”, advierte Yepes.