Por intentar robar un millón, asaltantes pagarían más de 30 años

Detenidos en atraco a banco serían juzgados por secuestro extorsivo, porte ilegal de armas y tentativa de hurto.

Las penas para los implicados serán más graves por involucrar a menores de edad en el atraco. FOTO cortesía de la policía

Penas superiores a los treinta años de prisión podrían enfrentar dos de los tres sujetos que en la tarde del miércoles intentaron cometer un hurto a una corporación bancaria ubicada en el occidente de Medellín, hecho en el que un menor de edad fue tomado como rehén.

De acuerdo con el criterio de abogado penalista Hernando Elí Grisales García, el hecho de que en el asalto se haya visto implicado un menor de edad como víctima, agrava la situación de los delincuentes, que en un operativo relámpago fueron neutralizados por unidades de policía.

“Hay que tener en cuenta que en el hecho se mezclan varios delitos: uno es la tentativa de hurto agravado; el otro es el porte ilegal de armas, que se configura si los asaltantes no tenían permiso para uso, y el otro es el secuestro extorsivo agravado”, señala Ramírez García, que también es magíster en Derecho Procesal y Teoría del Delito.

Las circunstancias

Teniendo en cuenta que uno de los atracadores del banco es menor de edad, el peso de la ley caerá con más fuerza sobre los dos adultos.

El menor está cobijado por la Ley de Infancia y Adolescencia, que no les impone a los infractores penas de prisión sino procesos de rehabilitación en centros especializados: “un juez benévolo lo podría entregar a sus padres, pero por haber tenido al rehén difícilmente le concederán el beneficio”, dice Ramírez.

Sobre los delitos, estos se configurarían así: el hurto solo se calificaría como tentativa, pues este nunca se consumó. El dinero que pretendían hurtar les fue decomisado en la captura. Pero la tentativa es agravada por la violencia del asalto y la indefensión a la que fueron sometidos los clientes y empleados del banco.

Y el secuestro extorsivo se sustenta en que los sujetos, con la retención del menor, pretendían obtener un beneficio para liberarlo. Se califica como agravado porque la víctima fue un niño.

“El secuestro extorsivo no admite rebaja por confesión o aceptación de cargos y, mucho menos habría beneficios por usar como rehén al menor”, añade el especialista.

El general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana, señaló que los capturados quedaron a disposición de la Fiscalía, que adelantará el proceso y definirá el monto de las penas.

millón de pesos, aproximadamente, se iban a llevar los asaltantes.