<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Alborada con mucha quema de pólvora, pero menos víctimas

  • FOTO HENRY AGUDELO
    FOTO HENRY AGUDELO
  • FOTOS JULIO CÉSAR HERRERA
    FOTOS JULIO CÉSAR HERRERA
  • Foto: Julio César Herrera
    Foto: Julio César Herrera
  • FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
    FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
  • Alborada con mucha quema de pólvora, pero menos víctimas
01 de diciembre de 2015
bookmark

Faltan 744 horas para que se acabe el 2015 y el cielo de Medellín estalla como una guerra en su punto más álgido. Miles de destellos iluminan el cielo que de a poco se inunda de una espesa nube de humo. Son las 12:01 de la noche del primero de diciembre de 2015 y el capitán Jorge Osorno empieza la cuenta regresiva. Son los 31 días más complejos para su profesión como bombero. Un desafío a la vida, a su vida y al bienestar de dos millones y medio de medellinenses.

A las 10:45 de la noche se empezó a sentir el rugir de las explosiones. Y una hora y 15 minutos después las calles de la capital antioqueña estaban convertidas en un incansable traqueteo. La llamada alborada decembrina no respetó las campañas de sensibilización, tampoco las 22.048 huellas que se recogieron para y que lograron un Record Guinness. Por el contrario, las luces y los artefactos explosivos estallaron sin descanso durante más de una hora.

-Dios quiera que no nos toque trabajar- dice con gracia el capitán Osorno. Un hombre de contextura gruesa, poco pelo y seriedad continua, que lleva 20 años en el cuerpo de Bomberos Medellín. La razón de su anhelo la justifica luego de recibir un parte de tranquilidad de las ocho estaciones de emergencia que coordina esta noche. -Es difícil pensar que en estas fechas se pueda quedar tanta gente sin trabajo, enferma y quizá muerta por cuenta de una mal llamada tradición-, señala.

Lea aquí: En Medellín alborada dejó diez quemados con pólvora

Al final de la jornada, la cifra trágica de quemados fue de 10 personas, el año anterior habían sido 23, sin embargo en la madrugada de este martes dos heridos por balas perdidas aumentan la preocupación de las autoridades.

En sus años de experiencia y contando los 20 diciembres que ha pasado cubriendo emergencias ha visto la desazón de muchos ciudadanos al llegar a sus empresas y encontrarlas en cenizas por culpa de un globo o una chispa de la pólvora quemada en estas fechas de fin de año. Lo propio con aquellos que han resultado quemados y con marcas indelebles para toda la vida.

El Capitán manipula un radio teléfono que para su fortuna y premonición no tiene mensajes de alerta. Va y viene contando historias sobre las experiencias que le ha dejado este trabajo al que agradece su sustento, pero más el poder servir a la gente. Hoy su base de operaciones es el Comando Central de los Bomberos Medellín en Guayabal y no la estación Libertadores, donde labora regularmente.

Vigilante desde una torre de entrenamiento contra incendios divisa gran parte de la ciudad, al frente está El Poblado, zona de Medellín sobre la que se observa poca actividad de juegos pirotécnicos. Se da una vuelta de 80 grados y sobre la comuna nororiental el “festín” de los ciudadanos ilumina el cielo una y otra vez con luces multicolores. Más a la izquierda sobre la comuna 13 pasa lo mismo, el estallido no da descanso. Han pasado cinco minutos del primer día de diciembre y la quema es intensa.

Mientras el capitán y comandante encargado esta noche de las emergencias ve con sorpresa las luces y los pocos reportes, cerca de allí, en el barrio Guayabal La Colinita, Ligia Sánchez envía un “chispazo” de premoniciones y con sus palabras advierte de los riesgos para sus tres hijas y dos nietos si se van a la terraza a observar la alborada. La mujer de avanzada edad teme una tragedia en su casa.

Diez minutos después, en medio de los gritos las personas bajan corriendo a la vivienda mientras ayudan en el afán a *Jonathan, su nieto, que viene con señales de quemaduras en su cuello y pecho. -Estábamos en un tercer piso y vimos que alguien puso un tubo con pólvora sobre la loma y después de la primera explosión eso se descontroló y apuntó contra nosotros. Esa bola de fuego impactó el cuello de Jonathan”-, cuenta Álvaro Hincapié, primo de la primera víctima reportada en Policlínica por quemaduras en la noche de alborada.

El parte inicial del centro asistencial le decretó quemaduras de segundo grado en el pecho, los hombros y el cuello al joven de 19 años, además de una herida en la boca. -A quién le va a reclamar uno si la persona que manipulaba el artefacto poco le importó lo sucedido. Ahí uno se tiene que quedar callado por no sabe quién es quién-, agrega Álvaro, visiblemente conmovido por la situación de su familiar y compañero de trabajo en un negocio de repuestos en la Bayadera.

Lea aquí: Joven de 19 años, víctima de la alborada en Medellín

FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
FOTO JULIO CÉSAR HERRERA

Héroes de largo aliento
Han pasado 16 horas y 30 minutos desde que el capitán Osorno comenzó su turno. Antes de las 8:00 de la mañana, del lunes 30 de noviembre, se despidió de su esposa Claudia y sus dos hijos Juan Manuel (14 años) y Santiago (20), se encomendó al Sagrado Corazón, su santo de devoción y partió con la esperanza de que la noche que recibe a diciembre pasara en calma. Todavía faltan 7 horas y 30 minutos para cubrir el extenso turno de 24 horas. Una jornada laboral extenuante.

Desde que tomó la decisión de ser bombero con 24 años se juró ayudar y entregarse por los demás. Trabajo que realiza a conciencia sin importar que tenga que pasar fechas importantes lejos de su familia ayudando a otros. Esta noche a este hombre lo acompañan en ocho estaciones diferentes 54 hombres que, como él, están atentos a cubrir cualquier clase de emergencia.

-Lo más importante es preservar la vida de las personas prestando un servicio con el que nos sentimos reconfortados. Cuando hay una emergencia y la gente nos ve llegar, en medio de la tragedia, es un aire de tranquilidad para las personas, que nos quieren y nos aprecian- comenta mientras al fondo y al unísono suenan explosiones sin descanso como en una película de la Segunda Guerra Mundial.

En Medellín, explica el capitán Osorno, hay 220 bomberos divididos en tres compañías A, B y C. Cada una de estas compañías se distribuye por las estaciones y trabajan en turnos escalonados de 24 horas por 48 de descanso. De acuerdo con las normas internacionales, la medida estándar señala que debería existir un bombero por cada 600 habitantes. En la noche de alborada en Medellín las cifras no concuerdan con esta regla y de acuerdo al número de personas que se encuentran de turno (54) la equivalencia es que hay un bombero por cada 51.181 habitantes, una desproporción.

No obstante, el líder socorrista, al igual que sus compañeros, saben que ante las emergencias deben multiplicarse y atenderlas con suma responsabilidad para evitar la pérdida de vidas humanas y como él mismo lo reconoce ese sacrificio y el de estar lejos de su familia por largos periodos vale la pena.

Y es que con 31 días por delante es imposible no revivir aquella historia que pasó en medio del monte apagando un incendio forestal la noche que en 1999 se dio la bienvenida al nuevo milenio. Este año y celebrando con orgullo sus 20 años en la institución, celebró con sus compañeros el nuevo año en medio de la emergencia, un destino que está marcado para el Capitán y sus compañeros, esos que entregan sus mejores noches para salvaguardar la integridad de la ciudadanía que duerme y otras veces no por causa de celebraciones como la alborada,

Balance de madrugada
Tras una hora y media de quema continua de pólvora el capitán Jorge Osorno realiza un llamado por su radioteléfono a todas las estaciones. El balance es positivo ante las emergencias, solo un pequeño incendio forestal en la comuna nororiental en el barrio Villatina fue atendido por su equipo de trabajo.

De otra parte, se presentaron hasta las 2:30 de la mañana cerca de siete accidentes de tránsito en los que no se vio comprometida la vida de los implicados y varios de ellos remitidos a centros asistenciales de la ciudad por heridas sin consideración.

Lea aquí: El cielo de película que registraron algunos paisas en la alborada

$!Alborada con mucha quema de pólvora, pero menos víctimas

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD