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2.010 migrantes muertos buscando sueño europeo
La Organización Internacional para las Migraciones advierte que la mayoría de decesos se dan en el canal de Sicilia y superan cifras del año pasado.
05 de agosto de 2015
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En lo que va del año, 2.010 migrantes han muerto en aguas del Mediterráneo, un incremento de 403 vidas perdidas respecto al mismo periodo en 2014, que registraba 1.607. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la gran mayoría de los que perecieron se registró, tal como en años anteriores, en la ruta central (desde Libia a Italia por el Canal de Sicilia).
Según el mismo ente, en todo el 2014 un total de 3.279 migrantes perdieron sus vidas en el Mar Mediterráneo, aunque el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), estima que la cifra asciende a 3.419.
En cualquier caso, es la ruta central la que conlleva mayor peligro para los migrantes. Solo este año, frente a 97.000 personas que la intentaron cruzar, 1.931 han perdido la vida, según los datos publicados ayer por la OIM. Por el paso oriental del Mediterráneo, con un tránsito de alrededor de 90.500, se registraron en comparación 60 muertes.
“Es inaceptable que en pleno siglo XXI, personas que huyen de conflictos, persecución, miseria y degradación de sus tierras, tengan que enfrentar experiencias tan terribles en sus países, sin mencionar en su camino al norte, y luego morir en las puertas de Europa”, dijo el director general de la OIM, William Lacy Swing.
No obstante estas palabras, Swing es consciente de los “extraordinarios esfuerzos de los efectivos desplegados en el Mediterráneo, que continúan salvando la vida de los migrantes diariamente”. La organización estima que 188.000 personas fueron rescatadas por cuenta de este aumento en las operaciones.
¿Solución u obstáculo?
Pero expertos consultados por EL COLOMBIANO ven, en este enfoque militar frente a la inmigración irregular, uno de los asuntos que perpetúa la problemática y no permite que se den soluciones válidas.
“Las autoridades europeas han asumido el problema de la inmigración ilegal como algo de seguridad fronteriza. Pero el asunto no se limita a eso. Ni siquiera en otras partes del mundo. Por ejemplo el caso mexicano demuestra que con todos los recursos, controles y medidas, no se impide que los inmigrantes sigan cruzando”, explicó Santiago Silva, politólogo y docente de la Universidad Eafit.
“Lo que produce este enfoque es un aumento en las tragedias que hay en el mar, porque se hacen más precarias las condiciones de la migración irregular”, agregó.
En una entrevista a la BBC, el escritor Andrea Di Nicola, experto en estos temas, expresó una opinión similar: “Cuando entrevistamos a los capos de las mafias de la migración, se reían cuando hablábamos de las políticas europeas. Nos decían: si cierran las fronteras, nosotros vamos a ganar mucho más dinero”.
Para Silva, “el agravante es que en sus naciones de origen resalta la falta de instituciones y los conflictos”.
Esa historia promete seguir, porque “esa falta de instituciones proviene de excolonias europeas que históricamente fueron pensadas por sus recursos, no tanto por sus personas”, vaticinó a este diario Jerónimo Delgado, coordinador del Centro de Estudios Africanos de la Universidad Externado de Colombia.
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